Tras mamarnos cada taco y luz roja en la hora peak del almuerzo y negociar un estacionamiento al borde de la legalidad, llegamos -en los huesos- a Uncle Fletch.
Los cuatro siempre habíamos querido ir, habíamos escuchado varias historias de sus virtudes y habíamos visto muchas fotos de hamburguesas con efecto de instagram en las redes sociales, sabíamos que era un destino fijo, pero la lejanía nos impedía concretar.
Ya desde la esquina apreciamos la onda del sector y lo cuidada de la fachada del restorán. Adentro, la cosa sólo fue mejorar. De espacios amplios y mobiliario cómodo.
Nos recomendaron comenzar con aros de cebolla como entrada, accedimos y lo acompañamos con limonadas -con pepino-, salvo una comensala que lo pidió con jugo de maracuyá (Rocío, como no te gusta el pepino?).
Los aros eran grandes y bien sazonados, además lo acompañaban con salsa casera con ajo y salsa pico de gallo. Ambas pegaban perfecto con los aritos, que desaparecieron más luego que tarde de la mesa.
Ahora, la piece de résistance, la hamburguesa. Vimos lo recomendado en la página y salia que la Big Texas (cheddar, cebolla morada frita, tocino, jalapeño, ají, tomate y salsa BBQ) era lo más pedido. Bajaramos otras opciones, destacando principalmente la New York Style (cebolla acaramelada, cheddar suave, lechuga, tomate, pepinillos, ketchup y mayonesa casera) y la 1st Uncle Fletch Original Burger (cheddar suave, aros de cebolla morada salteados, pepinillo, rúcula y salsa casera Uncle Fletch). Pero como buenos omnívoros, también nos dimos una vuelta por las Veggies, y las ofertas libres de carne, la que más nos llamó la atención fue la Little Italy Burger (setas grilladas, mozzarella, rúcula, tomate deshidratado, berenjena, sésamo, pesto rojo, pimentón rojo grillado y salsa little Italy) que no dejaría indiferente a ningún compadre vegetariano.
FInalmente, antes nuestras débiles convicciones vegetarianas, pedimos dos (2) 1st Uncle Fletch Original Burger, una (1) Big Texas y una (1) New York Style.
Si de presupuesto fijo andamos, la promo que estuvimos a un pelo de pedir fue la de tres (3) mini hamburguesas con papitas fritas, más tres (3) vasos sampler de tres cervezas distintas, vaso de 150 ml aprox. De lejos vimos comensales muy satisfechos con sus pancitos y vasitos, una opción definitivamente a considerar.
"¿Y cómo la van a comer?¿Con las manos o con tenedor y cuchillo?"
Así nos animó nuestro garzón a complementar el estilo American Burgers del local, comiéndola con la mano, así lo hicimos algunos. Sin embargo, al final da lo mismo el método, porque el producto era supemo. Cocidas al punto,un balance perfecto entre los ingredientes y pan suave, todo esto servido con bastones de papitas fritas aliñados, y además un pote con ketchup y su famosa ensaladita colestraw (repollo morado, zanahoria y mayonesa) Simplemente, toda una experiencia gastronómica entregada en una hamburguesa.
Se percibe la buena onda del local, el ambiente es grato y la atención es excelente. Te dan tiempo para estudiar la carta, los platos llegan pronto y todos al mismo tiempo, y no tienen problema en traerte más aliños extra (psst, gratis).
Resumen: tres (3) limonadas pepino, un (1) jugo de maracuyá, una porcuón de entrada de aros de cebolla, dos hamburguesas Original, una New York Style y una Big Texas, por $42.000 propina incluida)
Un restaurant con propuesta clara y excelente ejecución. Muy bueno! Vaya a Uncle Fletch y déjese querer. Volveremos.
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