Innovador restaurant en pleno Bellavista, con perfecta combinación de sabores y presentación! Punto extra por el excelente servicio y la encantadora decoración. Para volver!
Muy buen lugar, excelente concepto de gastronomía y cenas de tiempo. Te hace vivir la experiencia de recordar sabores de la infancia con toques orientales constantes. 12 platos, 10 salados y 2 dulces. Todo muy sabroso e innovador. Buen servicio, restaurante trabaja con sommeliers, presentaciones muy bellas junto a la invitación al bar hacen de la velada un lugar estupendo con una atmosfera exquisita.
Siendo diseñador, obviamente se agradece una buena presentación, pero ponerle cajas, piedras, ramas, etc etc.. al final lo minimo es la comida, lo encuentro sobre exagerado y lo importante queda reducido dentro de tanta parafernalia, independiente del buen sabor que pueda tener.
Una experiencia increíble, de las mejores comidas que se puede tener en Santiago. Con sabores audaces, presentaciones muy hermosas y excelente atención. Además da la opción de conocer un increíble bar luego de cenar.
preciosos y deliciosos los platos "tapas", entretenido el concepto y la atención perfecta, el bar uuultra entretenido, toda una sorpresa e increíble experiencia el panorama completo
El mejor lugar visitado desde hace un par de mesas atrás. Formato de 12 tiempos, 12 tapas 10 dulces y 2 saladas, maridaje incluido.
La atención muy buena, la experiencia completa que se logra luego de comer y recibir la invitación a seguir disfrutando la hacen inolvidable.
100% recomendable, tanto para el disfrute personal, comidas de trabajo, cenas románticas o dejar una buena impresión con quien quiera que vayas.
Excelente presentación de las tapas y la mayoría sorprende su sabor.
La carta de tragos es limitada
Agregaron un lugar a nuestra reserva en el último momento sin problemas
Marisha Gigoux Alarcon
+4.5
Pedimos el menú degustación de 10 pasos, en general muy rico, las porciones justas. Lo hicimos con el maridaje no alcoholico que es una buena opción si te gustan los te helado. La atención rápida y todo muy bien coordinado.
María Francisca Gallardo Muñoz
+5
Toda una experiencia este lugar! Gracias a Santiago Dining week llegue con mi pareja previa reserva. Presentación de platos de 6 tiempos, el último dulce. Atención de primera, todo con gran estilo y buen gusto.
Dionisio De La Cerda Olivos
+4.5
La comida excelente y sorprendente! La atención muy buena. Totalmente recomendable, pedí la degustacion de 10 tiempos. Solo falta mejorar un poco la ambientación.
Claudio Barberis Balbontín
+4
Experiencia inolvidable de principio a fin. Es difícil comunicarse ya que me parece que hay problemas con la línea, asíque tuve que hacer la reserva en persona. La gente te recibe muy amable, siempre pendiente de que nada te falte y que todo este bien. La comida.....wow. Da la impresión de que vas a quedar con hambre, pero siguen apareciendo platos y platos cuál de todos más exquisito. Hay que decir que Sergio Barroso se lució. La única razón por la cual no le doy 5.0 es porque es bastante chico, con un techo muy bajo y las mesas muy pegadas unas a otras, lo que da una sensación de estar un poco encerrado.
La forma en que finaliza tu comida puede ser tremendamente interesante. Solo tienes que saber qué decir........
Para mí una experiencia imperdible
Eheeee, solo decir que he llegado 15 minutos tarde a restaurantes mucho mejores y realmente reconocidos por su calidad y exclusividad y siempre me han guardado la reserva. Pero en este, una Argentina muy desagradable que supongo era la recepcionista, nos canceló la mesa. Espero volver para poder criticar el restaurante y no la mala actitud de una persona. Volví un tiempo atrás, y la verdad es que fue genial de principio a fin. Las tapas geniales, tienen buenos vinos y la atención excepcional. Supe que es el mismo chef que estuvo a cargo del Alegre en Valpo. El final inesperado, te llevan a un bar ambientado en los años 20 con solo tragos exclusivos. Resumiendo excelente. Mi primera visita queda enterrada y olvidada.
Javier Núñez Oróstegui
+4.5
Una súper buena experiencia, desde que te reciben hasta que subes al Room 09. La atención es impecable y muy buena onda. En total demoras alrededor de dos horas en el proceso completo pero jamás te impacientes esperando la siguiente tapa, que estaban de lujo. No dejen de probar los cocktails, ninguno defraudará.
Llegamos aquí por que es uno de los nuevos restaurantes que se ha llevado toda la atención. Un lugar un poco escondido y muy top. El concepto son tapas.... pero tapas gourmet, modernas, ancestrales y moleculares.
Lo bueno: Que este escondido y misterioso es atractivo, es una experiencia completa de que entras hasta que te vas.
Lo malo: no tiene carta es solo menú degustacion donde pruebas las tapas del día.
Conoce mas sobre este lugar en nuestro blog
http://www.paladarurbano.com/#!040/aijr2
Estuve varios fines de semana intentando ir. Reserven con un día de anticipación para asegurarse.
Es un lugar pequeño y exclusivo. No muy agradable si te tocan gritones en las mesas cercanas.
Nos explicaron al inicio que el menú consta de tapas sorpresa, 11 en total (8 salados + 3 dulces), con opción de maridaje.
Soy fanática de las tapas y este lugar no defrauda. Tienen varias opciones según las restricciones de cada uno (tienen tapas vegetarianas, sin gluten, sin mariscos, etc). Cada una de las tapas es cuidadosa en su presentación y sabor. La mayoría tenía un balance impresionante, sin opacar sabores.
Me llamó la atención que las tapas "sin restricción" era excesivamente cargado hacia los productos del mar. Creo que nunca había comido tanto marisco en una sola comida.
No me gustó que al final te llevan a la "habitación número 9" y solo el camino a este lugar es novedoso. Estando ahí se acaba lo interesante. Podrían agregar algo como cortesía.... sería el final perfecto.
Como muchos otros han señalado, 040 es una experiencia de principio a fin. Sólo con contarles que la puerta de salida no es la misma que la puerta de entrada.
Estamos hablando sobre un bar de tapas de un nivel que no encontrarás en otro lugar de Santiago (y probablemente de Chile), solo comparable con grandes internacionales como el Tickets de Barcelona.
Cada tapa está pensada para obtener el máximo sabor de la materia prima respectiva, trabajandolas con distintas técnicas culinarias.
Y para que hablar de los platos, cada uno seleccionado especialmente para cada tapa.
Si tengo que hacer alguna crítica sólo se me ocurriría una pero es una tontera mía: pedí las manzanas confitadas con gran expectación pasandome el rollo de que la cubierta sería dura (como las manzanas que venden en las ferias), pero terminó siendo blanda. Creo que si fuera crocante mejoraría bastante en sabor y sensación en boca, pero nose como lo harían para bañar algo congelado con algo caliente sin derretirlo.
Me alegra mucho saber que propuestas como estas están llegando a Chile, hacía falta un restaurante así.
Visiten 040, visiten la habitación postcomida, pidan el menú sorpresa e incluyan al menos una de las tapas con huevos (imperdibles).
Tengo harto que decir al respecto. Un boliche que tenía buenas referencias, así que fuimos. Llegamos y una tipa te lleva, bajando la escaleras. Es un restorán de tiempos, donde se tiene la posibilidad de ir variando los tipos de platos según lo que haya. Lamentablemente, me parece que el boliche tiene mucha forma y poco fondo. Nos dieron dos platos con forma de nigiris, lo cual me parece poco ingenioso. El único que salvó fue el salmón sopleteado. Hubo un plato con asado de tira en una masa que era como comer un berlín con carne, con una salsa de guacamole que poco pegaba. Ningún plato volaba sesos. Les faltó fuerza. La carta de vinos es pobre. El lugar es pretencioso y un poco siútico. Al final de la comida, te llevan al bar, como parte de la "sorpresa" que tiene el boliche. Quizás le dé otra oportunidad, pero tiene varias cosas que mejorar en cuanto a sabor, principalmente. Para finalizar, y para tirar un comentario siútico, si el boliche pretende ser ondero y pituquein, no pueden tener cuchillos Tramontina. Sorry. Hagan la experiencia completa, ¿no?
Un lugar sorprendente, donde la presentación de sus platos es mágica y la variedad en el menú llama a visitarlos en más de una ocasión!!! Recomendadisimo.
Me encanto este restaurante, definitivamente plata bien invertida para todos los amantes del buen comer.
Hay pocas mesas y no se llenan simultáneamente ya que la gente tiende a pedir el menú degustación y lleva bastante tiempo, nosotros lo pedimos y estuvimos comiendo como una hora y media o dos jaja
El menú consta de 8 tiempos pero alguien puede pedir más o menos, nosotros pedimos más porque estaba todo buenísimo. Este menú incluye la opción de un maridaje con vinos, yo lo pedí con un jugo que me recomendaron de manzana y menta muy bueno y mi pololo con los vinos que a su parecer maridaban muy bien con la comida y van aumentando en complejidad a medida que los platos también lo hacían.
El menú constaba de:
Caracol y palta
Almejas con cítricos y salsa wakatai
Raviol de palta relleno de sierra ahumada y gazpacho de tomate
Dorayaki (empanada de arroz) rellena con camarones al curry
Niguiri de pulpo sobre papa amarilla y salsa de aceitunas
Lapa (parecido al loco) en salsa de su propia reducción, coulis de cilantro y espuma de quedo parmesano. Éste plato es nuevo, según lo que nos comentó el garzón era el primer día que estaba en la carta y estaba muy bueno! Yo solo le hubiera puesto un poco menos de cilantro jaja
Salmón curado en cítricos, cocinado en aceite carbón, sopleteado y acompañado de puré de almendras y rabanitos
Niguiri de risotto y entraña. Estaba exquisito! Risotto cremoso y entraña en su punto
Canelone de papa relleno de rabo de wagyu y palta
Brioch de asado de tira, cebolla acaramelada y palta. El brioch fue un sueño muy muy buena hamburguesa la recomiendo muchísimo
Chirimoya alegre (si no me equivoco es helado de chirimoya envuelto en un manto de naranja)
Churros deshidratados con plátano, salsa de chocolate vahlrona y espuma de chivas regal
Sí, mucha comida jajaj pero estaba todo tan rico! Me gustó mucho ver al chef Sergio Barroso supervisando la salida de cada plato para que llegara perfecto a las mesas. Además nuestro garzón era muy amable y pudimos pasar un muy buen rato tanto en el restaurante como en el bar room 09
Dejo completamente recomendado este lugar donde la verdad es que terminas pagando contento la cuenta
Espectacular restaurant, imposible no estar en Stgo y no ir!! Es toda una experiencia ir a comer, te recibe un hombre que te lleva a tu mesa mientras esperas en el lobby. Despues va un somelier que te recomienda vinos para cada plato. Les recomiendo pedir el menu sorpresa que consta de 8 platos salados y uno dulce. Solo hay que decirle al mesero que ingredientes no te gustan. Finalmente uno sube a un pub retro en la azotea! MUST!!
Fuí a cenar porque me lo habían recomendado. Pedimos la selección de tapas del chef. Todas muy originales, sabrosas y con presentación increíble. Los cocktails nos gustaron muchísimo, yo pedí uno con vodka que salió con una espuma rosada y él un pisco. Deliciosos!
También recomiendo el bar terraza. Con un encanto especial y música jazz años 20-30. Todo muy logrado
Recomendado a 100%
Fui a una de las inauguraciones y después volví con un amigo que me llevo porque le habían contado que era una experiencia... y realmente lo es.
Matias el somelier de vinos es muy amable y siempre sugiere comenzar con un espumante y luego alguna cepa nueva para acompañar las tapas que una tras otra te sorprenden.
A mi me atendió Camilo,muy cordial y hasta nos saco risas... no tenía problema en repetirme que era cada tapa y darme su opinión.
Yo después de la tapa 8 pase a los postres pero la próxima vez voy a seguir con lo salado. Si tuviera q repetir una tapa :me gustó mucho el raviol de palta con sierra ahumada por ellos mismos en el local.
Se nota más que dedicación del chef que yo insistía en decirle Sergio y no, creo que es Javier muy amable nos mostró su cocina me dio a probar un postre de merengue con campari increíble! Y de paso nos dio aviso que pronto ya tendrían que modificar la carta para poner platos nuevos.
Lo que viene del mar todo muy fresco y ricas las almejas !!!
La comida buena pero hay q hacerse la idea de que uno va a la experiencia y no a satisfacer tanto el hambre.
Excelente. Apostamos por las tapas sorpresas: vienen 8 tapas saladas y tú decides si luego pasas a las dulces o si sigues con las saladas...
La atención es muy amable y el lugar es cómodo y acogedor. Primero, llegó el sommelier para recomendarnos qué vino tomar, cosa que siempre se agradece cuando uno quiere innovar.
Las tapas que para mí sobresalieron fueron el nigiri de pulpo, el salmón flameado, el raviol de palta relleno de sierra y el sandwich de asado de tira con cebolla caramelizada y salsa de palta en pan brioche... Realmente exquisito.
Las tapas dulces fueron manzana confitada y churros de merengue de café con una salsa de chocolate y crema de whisky.. Ricos, pero no sé si volvería a pedirlos.
Fue una muy buena experiencia, que se ve reflejada en el precio ($$$), pero vale la pena ir a probar.
Al final, te suben al bar: una terraza espectacular con vista al cerro San Cristóbal y tragos muy ricos.
Cecilia Errázuriz Goldenberg
+5
Situado en el subterráneo del Hotel Boutique Tinto, visitar el restaurant 040 es una experiencia sui generis de principio a fin.
Al llegar al lobby del hotel debes esperar a que suban a buscarte y te conduzcan a tu mesa, una vez instalado te entregan la carta, pero con un sentido diverso del habitual, pues en lugar de elegir que quieres comer, debes señalar que ingredientes de los contemplados en la carta no comes. Mientras hojeaba la carta revisando las exóticas mezclas de ingredientes y preparaciones, no podía dejar de recordar la entrevista en que su Chef Sergio Barroso sentenció "mi cocina no es para cobardes", es que no puedo negar que mi lado mas conservador se resistía un poco a comer el espinazo del pejerrey, sin embargo, decidí vivir la experiencia y permitirme probar todo cuanto fuera traído a nuestra mesa.
Así comenzó un desfile de tapas con sabores y texturas que jamás había sentido y que en muchos casos, jamás habría pensado que me llevaría voluntariamente a la boca.
Lo primero que nos sirvieron fue una porción de chips de piel de congrio con mayonesa al eneldo, que si bien no fue la estrella de la noche, estaba muy rico y por cierto, superaba con creces las expectativas que generaba la descripción.
Luego llego a la mesa un base de arroz con almeja, cubierta de una salsa tibia de sabor intenso, muy buena.
Continuamos con un limón congelado y ahuecado en cuyo interior venia una almeja cubierta de espuma de pisco sour, la mezcla de sabores y texturas era realmente muy atractiva, por temperatura generó un gran contraste con la tapa anterior.
Luego llegó a la mesa un raviol de palta, relleno con sierra ahumada y acompañado con gazpacho.
En una pecera de cristal llegaron a la mesa unos erizos en leche de coco con cebolla morada, pepino y betarraga, realmente increíbles, a pesar de que no soy fan ni del pepino, ni de la betarraga.
En remplazo de los erizos sirvieron a Rodrigo Pérez Ossandón el temido brioche con jugo de tomate, pejerry y su espina, pude probarlo y debo confesar que estaba muy bueno, la textura al comer la espina le da un toque.
Fue seguido por el niguiri de pulpo, que realmente es una especie de causa muy sabrosa.
En un lindo nido y servida al interior de una cascara de huevo, llego a la mesa una tapa de huevo con jamón serrano y puré de papa, que estaba realmente increíble.
Como aun nos quedaban ganas de seguir probando nos llevaron el brioche con asado de tira, cebolla caramelizada y palta, si bien es menos exótico, estaba realmente increíble.
Posteriormente nos sirvieron los camarones al curry, al interior de una masa de arroz.
Cerramos con el canelón de rabo de wayu, que estaba realmente formidable, muy sabroso, la carne se deshacía en la boca.
Luego vino el turno de los postres, primero una lamina de merengue con berries, churros de café con crema amarilla acompañados de una tacita de chocolate caliente (cacao 95%) con crema de whisky, como no podíamos perder la oportunidad de probar algo más pedimos un extra y nos sirvieron la versión del 040 del clásico chirimoya alegre.
Una mención aparte merece la cuidada y creativa presentación de los platos, en el mesón abierto se puede apreciar a Sergio Barroso y su equipo dando el ultimo toque a los platos con un esmero admirable.
La atención a la mesa en ocasiones podría ser un poco mas cuidada.
Realmente lo recomiendo y sin duda volveré.
Matías Aguad Bocchieri
+5
Pedimos a la carta y no con un menú sorpresa, pero nos fueron ordenando los platos por intensidad y estuvo muy bien. Todos los sabores se conjugan perfecto en cada tapa y te provoca querer probar todo, pero después de 8 ya quieres ir por algo dulce. La presentación de los platos impecable. La carta de vinos que prometía innovar, me pareció poco jugada, me faltaron pinot noir y cosas que me provocaran probarlas. Quizás podrían ofrecer un maridaje para cada tapa, no se si el chardonnoir RE nos acompaño con todo, aunque fue una decisión propia. Llamativo el cafe Nespresso que usan, podría mejorar con algo de especialidad adhoc a un restaurant de alta gama. El imperdible es subir al room 09 y pedir un cóctel, el black book muuuy bueno! En resumen, cumplio nuestra expectativas.
Raul Esteban Yañez Campos
+5
Alta cocina con precios accesibles y el primer speakeasy en Chile. Excelente restaurante y bar. Todas las tapas entre 1.000 y 6.000 pesos la mas cara, tienen 35 opciones por lo que debes visitarlo en mas de una oportunidad para probar todos sus platos. Un lugar intimo y se recomienda reservar.
Una experiencia muy buena, los platos fuera de lo común, la atención muy simpática, los chef se presentan en las mesas en esta oportunidad nos toco un menú con Thomas olivera 8 bocados muy ricos, y después la sorpresa de donde te llevan a tomar un trago, recomendable 100% para tener una nueva experiencia gastronómica. Recomendable para cualquier persona
María Teresa Solinas Ivys
+4.5
Sin carteles ni señalética que indique su ubicación, el 040 está dentro del Hotel Boutique Tinto, un nuevo lugar del Barrio Bellavista. Su especialidad son las tapas y se han esmerado para sorprender al comensal. Nosotros llegamos, para probar la "Cena a 4 manos", preparada por Sergio Barroso (chef del lugar) junto a Ciro Watanabe, y nos gustó mucho. Sobre todo por el ambiente íntimo y la esmerada atención. La comida estuvo muy rica. Muchas tapas que llegaban a la mesa con su respectivo maridaje, destacando, por ejemplo, la espina de pescado deshidratada (que en esta ocasión se presentó en una tapa de Ciro, con un pejerrey picante muy bueno!); la espuma de lima con almeja, servido en una lima ahuecada; y el canelón de papa relleno de cola de buey...buenísimo. No me gustaron mucho las sopaipillas con crema de zapallo y mostaza del inicio...eran fomes y no adelantaban, para nada, lo rico y creativo que vendría después. Luego pasamos a la habitación secreta, que a través de un montacargas, te llevaba a la azotea, donde montaron un bar, que mantiene el ambiente íntimo y secreto del restaurante. La atención siguió siendo buenísima y los tragos, muy bien elaborados, la mayoría frutosos y con mezclas innovadoras. Es un lugar ideal para una cena romántica o para sorprender a alguien en la primera cita. La "Cena a 2 manos" tuvo un valor de $25.000 (comida y maridaje abundante, a un precio razonable y muy por debajo del que normalmente tienen estas cenas "clandestinas"). Los tragos del bar tienen un precio entre $5.000 y $6.500, más o menos.
Nueva apertura en Santiago, ubicado en Bellavista en un hotel boutique.
Restaurant con pocas mesas , elegante y estiloso, no para un público masivo , me da la idea que el boca a boca es parte fundamental en la estrategia de marketing y promoción.
Buena y personalizada atención , quien crea y espere comer a destajo está en el lugar equivocado, enfocado más bien en tapas Gourmet mucho marisco y producto del mar, sin excluir carnes. Muy bien presentadas y elaboradas , muchas sorprenden por la originalidad y excelente puesta en escena , pero insisto son pequeñas.
Carta de tragos y vinos acotada, espero que este punto se amplíe , aunque puede ser una estrategia para después de comer ir a visitar la habitación ( room ) 9, bien vale la pena terminar ahí...no diré más al respecto para mantener el sentido de sorpresa, secreto y clandestinidad....
Pedimos muchas tapas , destacando las almejas, huevo de campo , machas, erizos y hamburguesas de wagyu.
Me gustó, buen concepto , comida rica buena atención y con muy buen final ( montacargas incluido ) en la pieza 9.
El menú : Almejas con caldo cítrico, brioche con pantomaca y pejerrey, canelones de wagyu con un blinibde cilantro, sopaipillas con puré de zapallo y salmón sopleteado con aceite de carbono. Lo mejor para mi : la brioche con pejerrey. Excelente combinación, buena temperatura. Salmón rico pero el carbono era demasiado en sabor. Almejas con caldo cítrico exquisito. Sopaipillas ok pero llegaron un poco frías.
La experiencia fue muy buena, y lo más rico de todo fue el bar!! El Room 9, Un bar "escondido", en la terraza del hotel. Ambientado estilo prohibición en los US, el lugar es acogedor y bonito, con sillones y mantitas. La barra es elegante y linda, los tragos exquisitos. Vuelvo pronto y posteo fotos, que por ahora no se podía!
Muy rico Restaurant una presentación maravillosa en cada plato y exquisito sabor. Las almejas sopleteadas, leche de tigre y huacatay, impresionantes!!!!
Fui a una de las inauguraciones. Muy ricas tapas, atención excelente, lugar lindo, íntimo, buen ambientado y con una sorpresa espectacular (sin comentarios para no matarla). Probamos unas sopailpillas con emulsión de zapallo, un brioche con tomate y pejerrey, unas almejas espectaculares, un salmón sopleteado con puré de almendras, cola de buey confitada exquisita. Todo marinado con ricos vinos y espumantes.
De dulces probamos unas manzanas confitadas con frambuesa y unos churros deshidratados con salsa de chocolate al 75% y crema de Chivas Regal.
Espectacular
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