El lugar es increíblemente acogedor, tanto por la atención, como por el ambiente. Fui a la hora de almuerzo y pedí una corvina Flaubert, simplemente exquisita! solo sugiero más opciones vegetarianas, que no sean solo ensaladas.
Uno de los mejores del sector para poder comer muy rico y poder conversar. El filete Rossini es mi favorito. Los manajares que venden a la entrada, mi perdición.
Croque Monsieur, simplemente exquisito, bien preparado, sabroso, 10/10 y 100% recomendable. El lugar es agradable y bien tradicional, buena atención, tiene para ir a tomar té como para cenar, un lugar que pretendo ir a menudo.
Un poco lenta la atención, pero los platos exquisitos. Mi recomendación es tomar la clásica sopa de cebollas que está súper bien preparada y de postre unos calugones de manjar de la lechería los Maitenes.. que no se si está en la carta pero sí los tienen en el mostrador donde están los té-
Hermosa terraza, casa acogedora, excelente lugar para un almuerzo largo, bien conversado. La sopa de cebolla está bien lograda, con el espesor, la temperatura y la presencia justa de la cebolla. Buenas también las pastas con mariscos y el crème brûlé con un toque de anís. ¡Perfecto para una tarde de invierno!
Este lugar para mí es ideal, quizá falte algo pero tendría que ver con cambiar cosas o mejorar mínimos detalles. Es un ambiente tranquilo, al menos si se llega temprano en la tarde, tipo 19 horas. Así se puede disfrutar con tranquilidad de una buena once o cena temprana.
eso en cuanto a ambiente, que tiene el plus de contar con una tienda donde puedes llevarte el té que probaste o quedó por probar en hermosos envases de plástico rojo y papel dorado por dentro. Hay macarrones y pastillas de anís o menta.
En cuanto la comida es francesa y es exquisita. He probado la sopa de cebolla, pescados y postres además de las onces donde se elige el té de hoja y te sirven una tetera. Me encanta.
Un restaurante Bkn en temporada de sopas. Muy interesantes sabores.
La carta varía según la estación.
Probamos la entrada con el pâté de pato y después una ensalada muy buena
El creme brulle es un must así como la tortita helada de Manjar
Christopher Robinson
+4.5
Bueno, bonito y de precio razonable ... Se agradece la calidad de los platos y variedad de sopas para días de frío
Siempre nos quedará La Flaubert !!
María José Soto Monteverde
+4.5
El lugar es muy acogedor y la comida exquisita. Yo pedí el lomo robespierre y estaba realmente muy rico, con sal de mar y alcaparras. Vino por copa muy bueno y el
Postre también, muy recomendable
Esta casa ambientada como restaurant es de lo mejor que puedes encontrar en providencia si quieres ir a comer en un ambiente tranquilo.
Platos simples y ricos, de cocina francesa que nunca fallan, una corta carta pero con muchos sabores distintos.
La atención es muy buena y rápida, Asi como la llegada de tu plato a la mesa. Lo que más me gusta comer aquí es la sopa de cebolla y el pato. Los postres también son buenísimos siempre me pido el crep suzete pero he probado la famosa SOPA DE CHOCOLATE.
Karenina Vasquez Paris
+5
Super rico!!!!! Lo recomiendo, el creme brulee me encantó y ni que decir de la comida yo pedí sopa de cebolla y todos los mares creo que se llamaba.. demasiado rico, muy buen ambiente y atención
Es como un café antiguo, grande, amplio y con dos terrazas (interior y exterior). Genial para una oncecita alejada de las calles principales, rodeado de tranquilidad. Pedimos una once para 2 personas y estuvo super buena: 2 teteras de té a elección, un planchadito, dos canapés, galletas y crème brûlée. Todo muy rico, aunque no es muy contundente como para cenar.
Fui un día a la hora de almuerzo; estaba medianamente lleno y muy tranquilo. El menú es una pizarra, la cual es bastante util cuando el mesero esta a su lado y explica (nos dejaron como 5 minutos solas con la pizarra y no supimos nada), no tienen demasiadas cosas, pero encuentro que eso hace mas fácil la elección.
Pedí el Curry con Camarones y estaba buenisimo, una buena porción, el arroz algo seco, pero el curry muy sabroso; de postre Sorbete de Arándanos, aunque estaba algo cremoso, parecía helado.
La atención fue rapida, aunque el mesero parecía algo aburrido de contestar a las preguntas de que era cada cosas del menú.
Uno de mis restaurantes favoritos, he probado casi todos los platos y me encanta! La atención es muy cercana y cómoda. Me fascina este lugar donde la comida nunca me ha defraudado.
Fuimos con un grupo grande y teníamos el lugar para nosotros solos así que nos atendieron como reyes. El lugar es muy sobrio y elegante y en vez de traerte menú ponen un pizarra para que veas las opciones que no son muchas lo que lo hace aún más elegante. Para empezar pedimos paté francés que estaba exquisito y unas botellas de vino también muy buenas. De fondo me pedí la trucha con papas que esta impresionante, muy sabrosa. Probé el curry de camarones y el
Confit de canard que estaban mundiales, y de postre una tradicional tarte tatin que cumplió su objetivo.
Volvería.
Todo lo que comimos, confit de pato, lomo, filete, un ceviche de camarones, estaba realmente rico. El servicio estuvo un poco lento y el restaurant es bonito pero le falta ambiente. El acceso al comedor obliga a pasar entre la cocina y la despensa, con lo que el panorama pierde glamour. Los dos primeros vinos que pedimos de la carta no los tenian, de modo que cuando llegó el vino ya nos habíamos comido la mitad del plato.
El lugar es indudablemente precioso, ahora mas incluso , ya que se transformo en un paseo peatonal. Los sabores fueron ricos, pero mi filete llego sobrecocido, solo por eso no le doy un 5. La sopa de cebolla fue lejos lo mejor que probe.
Correcto restaurant francés. Linda decoración, sobria y un tanto anticuada. La carta te la llevan a la mesa en una pizarra donde vez los platos del día con sus valores ( buen detalle). Porciones justas, pero nada es asombroso. Parte correcto con un toque ácido. Cordero normal, nada llamativo. Corvina un tanto ácida la salsa, sopa de cebollas recomendable. Lo mejor... Los postres. Crepes suzzets de maravilla! No volvería!
Tercera vez que lo visito, a cada vez lo encuentro perfecto, muy íntimo , lleno de detalles , atención prolija y amable. Lo de la cena : para abrir queso de cabra en aceite de oliva eneldo y alcaparras ( sin palabras) de fondo, filete rossini y un plato de ternera . Acompañado de una copa de espumante. Y de postre sopa de chocolate y crepes suzzetes. El café final imperdible. Volvería mil veces.
Alejandro Alfonso Cifuentes Morales
+4.5
Ubicado en el hermoso boulevard de orrego luco, se encuentra este clásico.
Bien familiar se siente a pesar de que es como lujoso clásico todo, sillas, mesas, etc.
Solo pasé por un cortado, y da gusto tomarse un buen café!!, volveré otro dia para comer algo!!
Fuimos a tomar once con una amiga a este lugar un poquito escondido en Orrego Luco y debo decir que me agradó por varias razones.
El ambiente es muy íntimo, ideal para llevar una conversación sin ruido de fondo excesivo o música estridente, al contrario, puedes estar horas y horas conversando acompañado de algo rico para comer.
Además de la carta de comidas y cenas tienen una carta aparte para la hora del té, hay onces para dos, y varias opciones de pastelitos para pedir, los que no son porciones pantagruelicas pero si son buenas, además de una buena carta de té.
En mi caso pedí un pastel de chocolate con cubierta de frambuesa y un recito ideal para la noche de la carta de tés. Ambos excelentes y a tiempo.
Otro aspecto que me gustó es que nos quedamos mucho rato conversando y nadie vino a interrumpir o a preguntar si queríamos algo más como pasa en muchos lugares donde la intención es casi, si no quieres nada más, lárgate.
Quiero probar la comida
Ricardo Armstrong Herrera
+4
He ido varias veces desde hace mucho tiempo, pero sólo a la hora del té, la variedad de blends de té que tienen es excelente, además de los menús para acompañarlo son muy bien preparados, y de excelente precio
Las tortas son frescas y con una preparación donde se nota que buscan la excelencia y le ponen mucho cariño, lo que me hace suponer que la comida francesa debe ser igual de buena que la repostería.
La gente que atiende sabe recomendar bien y conoce de té, además de ser muy amables y atentos.
El ambiente es excelente muy bien decorado, da la impresión de estar en otra ciudad muy distinta a Santiago, tanto en verano como en invierno.
Un lugar escondido en providencia ideal para ir bien acompañado 😉.
Rodrigo Pérez Ossandón
+4
Conocí este lugar el año pasado invitado por un amigo. Hacía tiempo que no comía tan rico y sumado a una atención de primera. Recuerdo que pedí un filete rossini y de postre lo más rico de todo: sopa de chocolate con helado de almendras. Hay que ir y penar las exquisiteces de este lugar.
Pamela Alvarez Aravena
+4
Buena atención, decoración bien lograda, me sentí en París. La comida buena, un alcance comí un cebiche de camarón con alcachofa, pero los camarones pequeñísimos, no es para el lugar, sopas exquisitas.
Un pequeño rinconcito de Francia en la calle Orrego Luco, es Le Flaubert, un lugar encantador, con todos esos pequeños detalles que lo hacen un hermoso salón de té.
La atención esta totalmente a la altura del lugar, excelente, preocupados de los detalles y de entregar un excelente servicio.
Fuimos a tomar el té, así que aún no he tenido oportunidad de probar sus comidas, lo que ciertamente quiero hacer!.
La hora del té es de 16 a 19:45 hrs, tiempo suficiente para ver como lentamente se van llenando las mesas y gente de todas las edades disfruta de las maravillas de este exquisito lugar.
Nuestro pedido consistió en dos Té Salammbó (8.500), que incluye una variedad de delicias: Jugo de fruta de la estación
, que en este caso fue de piña natural, Té a selección servido en tetera (uno Rojo, y uno verde con toques frutales que francamente no recuerdo el nombre pero si su delicado sabor), Un trozo de torta que es seleccionada por uno mismo (te llevan a la mesa todas las variedades disponibles en una bandejita para que puedas sin apuro elegir la de tu agrado), Sándwich Petit Flaubert (4 diferentes tipos en pan blanco y negro), un scone y un quequito, además de mantequilla y mermeladas, es harto si, pero todo en porciones pequeñas, sin embargo yo que soy buena para comer quede satisfecha y realmente sorprendida con la calidad de los productos.
El té realmente maravilloso, con un color y aroma fascinante (debe probarlo para entenderme), los pancitos todos pequeños pero muy ricos, el scone y el quequito ufff que cositas más buenas, tibiecitos, los recuerdo y ya quiero volver por más, la torta seleccionada fue una especie de tarta de chocolate que si bien esta muy bien preparada, para mi gusto el trozo que nos sirvieron era excesivo, ya que luego de un rato pasas de disfrutarla a desear que se termine pronto (esto es netamente a gusto personal ya que mi amiga habría continuado con otro trozo, por lo que quizás debí elegir algo menos empalagoso).
Sinceramente disfrute mucho la visita realizada a este lugar, es cómodo y delicado, con un ambiente que te insta al relajo y conversar durante horas, mientras nosotras conversábamos comenzaron a servir la cena, una delicia cada uno de los platos que pasaban frente a nuestra mesa, dejando un aroma maravilloso.
Ideal para llevar a la suegra o a la mamá y lucirte, una cita romántica en el patio interior (que es donde estábamos) totalmente recomendado, vaya y disfrute.
Se perciben los años de experiencia tanto en lo que ofrecen, como en la buena atención.
El té , que es lo que importa, tiene una carta variada y llega a la mesa en una tetera a punto. En muchos lugares por onda y/o comodidad dejan puesto el infusor y el té viene en algunas ocasiones amargo.
La recomendación a la hora del té sería ir directamente a las opciones de menú individual, pues en la degustación para dos todo viene para compartir, hasta el scone, y las porciones son más bien pequeñas.
Un día de semana en la tarde el gran tamaño de la casa no es problema, al contrario, hay espacio suficiente para sentir el lugar como discreto y acogedor.
Valentina Godoy Bórquez
+4.5
Fuimos por las sopas y salimos muy conformes!
Pedimos la tibetana (lentejas, naranja, leche de coco, berenjenas) y estaba espectacular, muy sabrosa!
Otra con pollo y otras verduras, no sé que tenía, un gusto como jengibre, también riquísima!
La tercera era de choritos.
Las tres muy recomendadas, en especial las dos primeras que son muy especiales/originales.
La atención bien y la panera con panes muy buenos también.
Muy recomendado.
Pasan los años y Le Flaubert mantiene una calidad uniforme caracterizada por su esmerada atención, preparaciones de excelencia y un ambiente muy acogedor. Sabores intensos y equilibrados hacen de su carta al almuerzo (pizarra) un abanico de tentaciones y en la elección uno siempre va a la segura. Por su parte, al atardecer, tomar onces aquí es transportarse al pasado glorioso en que esto era casi una ceremonia. Una inmensa variedad de tés junto a delicias dulces y saladas, constituyen un estupendo pretexto para prolongar la jornada y atizar la conversación.
En pleno providencia se encuentra esta teteria francesa, que también funciona como restaurant con platos acotados los que publican en una pizarra. Es un lugar muy agradable, clásico y con extensa tradición.
La atención y el servicio es bueno. En cuanto a lo dulce tienen buena variedad, destacando los Scones, Madeleines, Tartas y Sándwiches, como el Petit Flaubert, Croque Madame, York y Chacarero entre otros. También tienen una carta de sopas según la temporada y una buena variedad de tés. Como observación creo que podrían mejorar y ampliar su carta, ya que la competencia es alta en el rubro de restaurant franceses.
Es una teteria, pero cuenta con platos de fondo, sopas, postres para ir a almorzar o ir a cenar. Una de las especialidades son las sopas que hacen muy ricas, sabrosas, de gran calidad y un postre que deben pedir es la sopa de chocolate con helado de almendras..delicioso! Precio promedio para los platos de fondo y sopas (entre 5 y 7 mil aprox). La variedad de te es muuuy extensa y muy buena y de valor muy conveniente entre 2200 y 2500 los 500 cc que si vas acompañado alcanza para que ambos se tomen 2 tazas de te. Muy bueno
Hacía tiempo que no iba a cenar al Flaubert y no me decepcionó. Fuimos con 5 amigos y lo pasamos muy bien. De entrada para compartir pedimos "rillettes" de pato y queso fresco de cabra. Las "rillettes" de pato las recomiendo: son muy ricas y perfectas para compartir entre todos. El queso de cabra fresco, marinado en aceite de oliva y ajo, está muy rico también, pero la porción es chica como para compartir entre 6 personas.
De plato de fondo, todos pedimos algo distinto, y a todos nos gustó nuestra elección. Recomiendo el "magret" de pato, muy bien cocinado, y de hecho mejor que los del Bistrot y Baco!! porqué es sabroso sin ser seco. Probé también los fetuccini con crema y salmón, cocción perfecta de la pasta; bien bueno pero tiene poco salmón.
De postre pedimos "crème brulée" - deliciosa - perfecta textura y buen sabor; y sorbete de limón, también muy bueno.
El restaurant tiene carta de vino acotada pero anda muy bien. No tienen vinos franceses.
Es una buena opción para compartir con amistades y familiares, el combo te reina victoria excelente: 1 te a elección (mucha variedad te de distintas partes del mundo), 1 copa de jugo natural, sándwich con pancito integral y 1 torta a su elección en mi caso pedí una tortica de limón 😀
Muy buena comida y un ambiente muy grato. Finalmente vine a probar las sopas y son excelentes (probé la de zanahoria). Tal vez le falta un poco de sal a las preparaciones pero nada que no solucione el salero.
Lo único malo fue la atención del garzon quien parecía que se quería ir luego a su casa, aunque debo decir que la otra vez que vine me atendieron mucho mejor.
Tal como señala su descripción, este salón de té es verdaderamente encantador. Toda la estética que lo caracteriza, es un placer para la vista, desde su local cuidadosamente ambientado, hasta la prolija presentación de sus postres y tortas. Sólo he comido cosas dulces, por lo que me limitaré a dar mi opinión acerca de ellas. Ciertamente, para la envergadura del lugar, esperaba más. La tortas son riquísimas (nuez, panqueque), el problema es que se esmeran mucho en su preparación y no tanto en sus porciones. Son demasiado pequeñas para el precio pagado. Le Flaubert es fancy! Pero que la elegancia no quite la generosidad.
E encanta este lugar, buena atención y todo muy rico. Si van a la hora del té probar, el te reina victoria y el te degustación
Buenos buenos
He ido a la hora de once y es todo perfecto. El té Reina Victoria tiene de todo un poco, un scone, un tapadito de jamón queso, un trozo de torta y una tetera con té a elección. Las teteras son generosas, dan para al menos tres tazas y se nota que todo lo que preparan lo hacen con dedicación y de manera delicada. Las tortas son de otro mundo, en especial la de almendras o la de manjar nuez. El precio es bastante aceptable, similar a cualquier otro salón de té, pero la calidad de las cosas aquí está a años luz que ir a un Tavelli o Coppelia cualquiera.
Para comer sí que los precios se elevan bastante, nunca he cenado ahí.
La atención muy buena, a veces hay que esforzarse en encontrar a algún garzón, pero nada del otro mundo.
El frío de estos días ameritaba iniciar la temporada de sopas en el clásico le flaubert. Y así lo hicimos, partimos por nuestras sopas, pedimos la clásica de cebolla, rica muy bien preparada y sin exagerar con el queso, una sopa de lentejas naranjas con leche de coco y una sopa de choritos, todas muy ricas y muy recomendables, nos tomamos unos sour que la verdad no se destacaron. De fondo pedimos un filete con papas y de postre creme brulee y unos crepes sussette maravillosos. El lugar tiene una onda clásica, mas del estilo tradicional, su carta se presenta en pizarras lo cual hace suponer que la modifican según ingredientes disponibles, creo que se destacaron en las sopas, muy ricas, en el resto de los platos creo que deben mejorar la apuesta ya que la competencia en temas de cocina francesa se esta poniendo al día en su propuesta.
Ramiro Figueroa Araya
+4.5
La primera vez que fui, lo hice en compañía de un matrimonio francés que lo tenía entre sus preferidos y pude entender la razón. Un lugar ubicado en un sector de Providencia en que el paisaje va de la mano con este lugar. Por dentro sin grandes pretensiones, pero correcto y acogedor. La atención muy experimentada y atenta. Siempre están las mismas caras en su personal, lo que habla bien de los dueños. Lo mejor, la comida, bien preparada y rica. En temporada de sopas, no perderse la tradicional de cebolla, como en París. La carta se presenta en una pizarra que ponen a un lado de la mesa. Todo para recomendar, pato, pescados, carnes y pastas. Quizá deberían variar la carta en el tiempo y atreverse a innovar.
Las sopas son maravillosas
El foie gras es maravilloso
El coq au Vin es excelente
El vino por copa excelente
El tarte tatin delicioso
El ceviche alcachofa camaron sublime
Creme brûlée de primera
La atención de primera
Y la decoración de todo gusto
Para los que gustan de la comida francesa, este es el lugar!!!
Ubicado en Orrego Luco, una tranquila y atractiva calle en Providencia, actualmente en trabajos de repavimentación y arreglos.
Existen variadas y muy buenas alternativas gastronómicas en toda la cuadra.
Le Flaubert, Restaurant y Salón de Té, es un pequeño oasis que sorprende gratamente.
No es barato, pero bien vale la pena un almuerzo de vez en cuando. Recomendable partir por una sopa, las cuales son una marca registrada del Restaurant , elegimos una sopa Tibetana, mezcla de lentejas, berenjenas, curry, leche de coco y otros sabores , buena elección , muy bien condimentada. Seguí con un Confit de Pato, bien presentado y muy bien cocinado, muuy sabroso, y el otro comensal con un Filete Rossini, muy alabado.
De postre compartimos dulce de membrillo con queso de cabra, excelente maridaje de sabores y buena elección junto con el café.
Recomendado 100%, buena y expedita atención.
Margarita Sanchez Villanueva
+3.5
Me agrada mucho este lugar por que es muy fino y cómodo. Su ubicación es lejos uno de los mejores puntos a destacar. La arquitectura de la calle orrego luco, después de todos los pubs y vida juvenil, es como si te transportaras.
Cuando fui pedimos la once reina victoria. Un mega pedazo de pastel, una tetera de te muy rico y un pancito con queso y jamón que apenas se veía. Personalmente, quisiera decir que estaba todo muy rico, pero el pancito parecía un chiste y la torta era demasiado. Yo entiendo que el local busca mostrar fineza y todo, pero por lo que uno paga, creo que se merece más.
En fin, la experiencia es muy buena, los mozos atienden super bien y volvería a ir con mi madre todas las veces que ella quisiera. No es un lugar para jovenes.
Andres Escudero Lazcano
+4.5
Muy bueno. Gran variedad de platos.
Las sopas son buenísimas y los postres increíbles.
Lo único eso si, podrían cerrar un poco mas tarde.
Un clásico para tomar te con pasteles o scones, muy buenos recuerdos de tardes con mi abuela. Los almuerzos también sin ricos. Las teteras lo mejor para los amantes de esta infusión.
Exiquisito y reservado lugar, ideal para ir en pareja, mis favoritos son el ceviche de camarón q viene sobre unas hojas de alcachofas, el calamar en su tinta y el confit de pato demasiado rico y blando. El postre mousse de chocolate, todo acompañado de un par de copas de espumante.
Lo q tbm me gusta del Restorant es su clásica carta-pizarrón q en la medida q los platos se agotan se van borrando, mención aparte el excelente servicio.
fui a comer, no al té, y la carta si bien no es extensa, es muy rica, el confit esta preciso, el pan rico y los quesos una delicia, me gustó que fueran solo platos franceses y no comida internacional con algunos platos franceses, porque se nota la diferencia de la especialidad
Es una puerta a la cocina francesa y criolla, por ejemplo la entrada de pastel de jaiba: suave, cremoso, de gran gusto, servido en un gran diseño marino. La ensalada griega exhalaba frescor y aromas, muy buena. El pescado no es abundante al plato, pero invitar a reconocer sabores y texturas con acompañamientos que permiten fundir el sabor y recrear un ambiente mediterráneo. Punto aparte merecen los postres, el mouse de chocolate fue como sumergirse en un volcán de cacao y azúcar, exquisito. Para que hablar del creme brule, dominio perfecto.
Como siempre bien recibidos, la misma mesa de siempre, buena atención, rapidos, la entrada clásica de sopa de cebolla, exquisita como siempre, y como nunca pedí un plato frío, por que? No se, pero sonaba bien, y era mitad sabroso, mitad sabor a nada, quede confundida pero bueno, siempre hay que probar platos nuevos.
Buena onda, me gusta venir aquí.
We’ve only been here once for lunch, but we loved it. They have great food, the restaurant has character, and the service is wonderful. It’s also a tea house, so it’s a perfect place to have a bottle of wine with dinner or tea with pastries any time of the day.
Un muy buen lugar para los amantes del té y la repostería. El local es sobrio pero acogedor, buena atención y rápido servicio. Su gran variedad de té lo convierten en un lugar bastante único en Santiago. Ideal para una tarde fría de invierno.
Terrific French in Santiago. Prices are good and they are open on Sundays. Outdoor seating in front and back. No tourists to speak of and the service is good. Aloha
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