Tuve la posibilidad de ir ayer en la noche. Efectivamente, como dicen en comentarios anteriores, por fuera parece un delivery de comida....pero al entrar quedé y absoluta y gratamente impactado. Adentro, en el patio interior, es otro mundo, con una decoración muy entretenida y acorde al tipo de comida.
El local muy lleno, pero no por eso la atención desprolija, sino todo lo contrario. Los mozos hacen maravillas, y ojo que ayer conté 4 y las mesas no son pocas. Conocen la carta muy bien y a la hora de recomendar no se equivicaron.
Me recomendaron un coktail que era en base a vodka, limón, pepino y sirope, muy buen sabor, los ingredientes perfectamente balanceados, sin enmascarse entre ellos.
Nos fuimos derecho al plato principal, que en mi caso fue un crèpe vietnamita, el Nº 42 (voy a omitir el nombre original por razones obvias) que era una suave masa blanca de arroz y tapioca, rellena con tocino y camarón, menta, chalotas, ajo entre otros. La mezcla de distintos sabores y texturas lo hace muy interesante, lo empiezas a probar,masticas y aparecen primero el sabor de camarón, luego un poco de menta, luego el sabor del ajo, luego nuevamente la menta...y así hasta que se acaba. Te lo sirven con un acompañamiento de dos salsas, no recuerdo de qué eran, sólo me acuerdo que había una una dulce, y no las típicas de comida oriental en donde, o son muy dulces o muy saladas, éstas eran mucho más suaves.
La mezcla de lo agriculce me gusta mucho, en este caso los sabores no eran tan fuertes, ni radicales, como en otras comidas que he probado, la transición entre los sabores opuestos es bastante suave, eso es lo que más me interesó.
De postre pedí el Nº 42, un terrine de mango y lichi en jalea, con helado. El mango lo conocí en el sabor, el lichi no lo encontré, no me llamó mayormente la atención.
Mi novia pidió el Nº43, wantán frito, ese sí que me gustó, también relleno con mango, salsa de jenjibre (qué rico es el sabor del jenjibre) y también acompañado de helado, de coco si mal no recuerdo. Los helados del postre venían un poco derretidos.
Para terminar pedí un cortado, grano de buen sabor, estaba bien.
A considerar, las porciones son pequeñas (a mi gusto) por lo que si vas con mucha hambre, probablemente te saldrá una cuenta alta, el local no es barato, pero creo que lo vale.
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