Excelente comida china, lejos la mejor del sector, comparado con otros locales este ofrece un amplio menú y una excelente relación de cantidad-precio, no como otros locales que son más baratos pero en cantidad es mucho menor.
Lo recomiendo totalmente !
Yerko Martínez Fernández
+3.5
Tiene un estacionamiento espacioso y una linda decoración, clásica de los restaurantes chinos medianos a grandes: con un acuario, grandes cuadros, un dragón en la pared, entre otras cosas. He ido un par de veces antes y la atención ha sido muy buena. Esta vez pedimos para llevar un pollo chicharrón (nunca falla) y un chapsui de pollo, con 4 porciones de arroz y una de wantan. Se demoraron poco en el pedido, del orden de unos 15 minutos y todo salió 21,300 pesos.
El pollo chicharrón estaba sabroso, no muy grasoso pero si un poco salado, aunque lo normal para mi estándar de comida china que en general está cargado a la sal y el aceite. El pollo estaba suave y el batido era del grosor justo (me ha tocado en otros lados que algunas veces exageran y es más batido que pollo). Lo que sí le faltaba cebollín, se veía muy plano el color sin ese toque de pintas verdes. El chapsui de pollo bastante estándar, cumplía bien. El ganador fue el pollo chicharrón y los arroces que estaban graneados y sabrosos. Los wantanes por su parte, un poco fomes. Nota aparte de la vez pasada que fuimos es que el chapsui de cerdo no les quedó muy bien así que no lo recomiendo mucho pero si quieres comer cerdo buena opción es el chacho chasiu que son trozos de cerdo asado con cebollín.
Ambiente: 4.0
Servicio: 3.0
Calidad: 3.5
Presentación: 3.0
Precio/Calidad: 4.5
Nota: 3.6
Junto con Daniel Palma S. y otro amigo partimos una noche de esta semana a Lung-Tu, totalmente nuevo para mí (no lo conocía ni de haber pasado por ahí, nada) y sólo confiando en su previa recomendación... La idea era pasar un buen rato, comer harto y rico.
Está aprox. a una cuadra y media de Plaza Brasil por Catedral y es lejos, "hasta el momento", el restaurant chino más grande en el que he estado. Es un casa enorme estilo pagoda con un muy amplio estacionamiento frontal y decorado al más puro estilo oriental por dentro y por fuera. Destacan en el interior especialmente los murales, los dos salones de gran amplitud, el mobiliario y la excelente iluminación.
Éramos tres personas y decidimos pedir una promoción para dos, mis amigos (que ya lo habían visitado) concordaron en que era suficiente para todos ya que las porciones eran grandes. La oferta fue el menú "B": arrollados primavera, 1 carne mongoliana, 1 pollo cebollín y 2 arroz chaufán x $15.400.- Y como extras agregamos 1 arroz blanco ($1.500), wantán frito ($1.600) y bebidas ($1.500)
Más rápido no pudo haber llegado y efectivamente era abundante, pero no para tres (quedé con gusto a poco) Si realmente vas con hambre o eres bueno para comer no va a ser suficiente. La carne mongoliana muy rica al igual que el pollo cebollín, sin exceso de vegetales como suele pasar. Los chicos enchularon los platos con un poco de ají extra que pidieron. El arroz igual, bastante bueno, también los arrollados, quizás de los mejores que he probado, crujientes, abundante relleno y nada pasados de aceite. Los wantanes sin carne siguen siendo y serán una mera decoración para mí como en todos los restaurantes chinos a los que he ido.
En general pasó el test, el ambiente fue agradable y la atención impecable en todo momento; sin embargo lo encontré un poco más caro que la oferta de este mismo tipo en Santiago Centro. La comida también estuvo a la altura, muy rica, pero le faltó algún otro toque de sabor o un plus especial para resaltar por sobre el resto. Claramente se nivela generosamente para arriba con la comodidad del lugar y los detalles que hacen de una visita un momento agradable en todo sentido.
Cristian Maldonado Valdes
+3.5
Igual es caro comparado con los chinos de la plaza Brasil y de catedral con maturana
Los platos son un poco más caro que los restaurantes cercanos, además que está lleno de restaurantes peruanos
Desde el año 82 q está este restaurante donde el dueño te invita a conocer la cocina q está impecable, muy limpia. Su comida mantiene los sabores y calidad. Después del concierto de mediodía en el Teatro Municipal, vale la pena cruzar la calle y comer unos ricos wantan, congrio shangai, arroz chaufan. Delicioso !!!
Constanza J. Molina M.
+5
Me encanta. Desde hace años con mi familia somos clientes regulares. Es EL lugar donde comemos comida cantonesa. Hemos ido a otros lugares, pero no superan a este, en relación al precio, calidad y el tamaño de las porciones.
La comida es fresca, hecha en el momento. No es salada. Tienen de todas las bebidas, tanto de la CCU como de Coca Cola. La atención es buena.
El único pero es que tiene pocos estacionamientos.
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