Hay que tener paciencia, fuimos un sábado y tuvimos que esperar unos 15 min para tener mesa y la comida también se demoró. Pedimos una costilla de cordero (la más chica) y un kubbe frito y alcanzó bien para dos personas. Rica la comida y las cosas que dan para picar. También recomiendo los dulces. Los baños estaban limpios. Realmente vale la pena la espera, pero en lo que falló es que no tenían té, y el café estaba endulzado, lo que para mí es un pecado siendo un buen café.
Fui con mi familia, ya que habíamos escuchado muy buenas críticas al respecto.
Al entrar se siente un olor exquisito a comida arabe . Tuvimos suerte ya que encontramos mesa apenas llegamos, nos llevaron unos pancitos con hummus, aji y berenjenas con tomate, muy rico. Después pedimos falafel, los que venían con una salsa , todo rico pero le faltaba un poco de sal , tambien pedimos más hummus, más tomates con berenjena y un tabulé , todo rico y la porción de acuerdo al precio. Mi papa se pidió un mixto, que estaba muy rico y nada que envidiarle a la comida arabe que hemos comido toda la vida en mi casa . Mi hermana se pidió una porción de papas rellenas y un kebab, el cual se demoró más de lo normal en llegar pero valió la pena ya que estaba exquisito.
La atención buena algo lenta pero se entiende ya que el restaurant estaba full.
Lo recomiendo 100%
💚🇪🇭
Todo exquisito y fresco. Las porciones son bastante llenadoras y los precios son económicos. En la semana se llena bastante a la hora de almuerzo por lo que hay que llegar temprano. Lo recomiendo 100%
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