Local medio-barato, comida buena y abundante, detalles le bajan la nota (platos con desfase de tiempo en entrega y poco personal), pero bien en general y variedad de platos caseros.
"Picada variados estilos de comida, tanto casera cmo cazuelas, pollo arvejado; más clásicos cmo chuletas y pescado frito c/ agregado, además sándwichs y completos. Precios accesibles y horario extenso."
Buen lugar, lo mejor del barrio, no cursi ni snob, comida casera y buen sandichw, lugar sobrio y limpio, la cocina del local, impecable, desafió a cualquier local del barrio a que la iguale o supere. Precios razonables y comida contundente, la atención del personal, un siete. Tal vez mas variedad en vinos, pero igual salva bastante.
Habíamos pasado muchas veces por fuera, pero no sabíamos si era bueno o malo, y vimos un reportaje sobre El Barrio donde mostraban sus tentadores sándwiches clásicos, y debo decir que valió realmente la pena, cumplen con las tres B, y muy ricos, y me gustó que tuvieran cervezas nacionales artesanales, para mi siempre es un plus; lo único malo es que en la carta dice que tienen porotos Granados y he llamado y no tienen :(
Buscando algo mas tradicional por Lastarria encontré este lugar. Pedí el lomo a lo pobre y estaba sabroso pero nada memorable, el lugar como típica picada (atención, decoración, etc)
Toda la vida estudiando en Casa Central (al frente) y sin conocer este lugar, qué desperdicio!! Buscando algún bar donde hacer una junta piola de amigos, pasamos por afuera de este local que rápidamente llamó nuestra atención. Nos animamos a pasar, estaba todo lleno y, pese a que una mesera nos dijo que no habían mesas, otro mesero nos abrió el piso de arriba bajo la promesa (cumplida, por supuesto) de no fumar. Así que instalados cómodamente, sólo nosotros 4 en el 2do piso, pedimos hamburguesas, aves y vienesa dinámica junto con sendos schops de 1/2 L. Todo todo muy rico, los sandwiches ricos y contundentes, y la cerveza heladita. Además, la atención muy muy buena, de verdad el mesero súper preocupado! Y el precio, para ser Lastarria, fue muchísimo más barato que lo habitual, 5 mil o menos por cabeza. El único pero y por lo que no le pongo 5 es porque no tenían papas fritas, infaltable de cualquier junta con chelas. Definitivamente un lugar para volver.
Claudio Retamal Ramírez
+4.5
Excelente picada, buena, bonita y barata.
Sándwich contundentes, Palta 100% real, carnes sabrosas, bien aliñadas. Totalmente recomendado a cualquier hora del día. Atención muy rápida, a 15 minutos de entrar al local ya estábamos comiendo.
Vimos que los platos eran un poco caros, pero por la calidad de los sándwich, deduzco que son excelentes.
Cuando me hablan de una buena picada me es imposible no recordar el Torremolinos, una fuente de soda que no pretende ser mas de lo que realmente es, a pesar de encontrarse en un barrio como el Lastarria. Mesas de shopería, servilletas impermeables que no hacen más que esparcir los líquidos, un olor a fritura que no se borrará por días y la infaltable cuota de falta de higiene que debe tener una picada. Pero eso no es problema, es solo parte de su naturaleza, ellos se sustentan en lo que realmente les importa: el sabor. El caballo de batalla es una cazuela servida en lo que pareciera ser un macetero más que un librillo de greda, abundante como sirven las abuelas de campo, y cuando digo abundante no sólo me refiero a la cantidad, sino que también al sabor. Si te encuentras en Santiago Centro en un día de lluvia y lo que quieres es un plato reconfortante, el Torremolinos es tu lugar.
Si de picadas hablamos esta es una y de las buenas.
Platos contundentes y ricos.
No es tan barato, pero vale la pena
Recomiendo la cazuela de vacuno y la escalopa kaisser la cual tiene exceso de quedo..
Como dato, no se tiente con el pan con pebre, ya que los platos son muy grandes.
Acepten cheque y ticket restaurante.
Hace mucho tiempo que tenía ganas de venir, porque me encanta su onda pegada en las fuente de soda de los '90 y porque le tenía mucha fe a su comida. Y, hasta ahora, no me equivoqué. Si bien venden menu a buen precio, me fui por un churrasco italiano con chucrut que estaba tal como me lo imaginaba: sabroso y con espíritu casero. Algo que esperaba de un maestro cocinero con cerca de 50 años en el oficio. La atención lenta y distraída (entendible porque había solo una persona a cargo). Si le gusta comer sanguches ricos sintiéndose en los '90, este es el lugar.
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