maravilloso! el entorno ya ayuda bastante, buena atención, muy amables y preocupados, pedimos un crudo para compartir y fue una buenísima experiencia, detallistas y riquísimo,
volveremos a visitarlos! no tuvimos la oportunidad de ver el grupo que toca en vivo, asique será la siguiente misión,
saludos°!
Un precioso local totalmente al estilo del barrio Yungay, la ubicación y el ambiente son muy buenos, es espacioso y acogedor sin dudas mucho mejor que el local hermano situado a un par de cuadras. La atención fue rápida y muy amable. Tiene una carta acotada pero variada en ingredientes y ni se extrañaron las típicas chorrillanas que aparecen siempre en estos tipos de restobares. Probamos la pizza quinta normal, de ingredientes sencillos pero muy sabrosa y bien preparada, luego probamos las tapas con unas combinaciones muy ricas. Obviamente todo acompañado de una buena cerveza en su propio vaso y yo solo para poner a prueba el bar pedí una piña colada que estaba espectacular lo que me dejó sorprendida ya que los bares que se enfocan solo en vinos o cervezas no preparan buenos tragos. En definitiva fue una buena experiencia y definitivamente volveré a probar más de su carta.
Las mechadas son mortales! Tienen que probarlas! Fuimos con amigos y quedamos encantados del lugar, preciosa decoración y muy buen ambiente. Comida rica, atención perfecta, buen precio, nada que criticar. El lugar fue un componente importante del éxito de la velada.
Un agradable lugar, rica comida y buenos precios. Los sandwich son gigantes y el pastel de jaiba exquisito. Muy buena la atención. Recomendable
Excelente atención y muy buena comida
Pastel de jaiba exquisito
Buenas cervezas y precios bajos
Sandwich gigantes
Lugar tranquilo y agradable
Considero este local un gran hallazgo, descubierto mientras vagábamos por las calles de Yungay en busca de algún lugar que no fuera de mala muerte para compartir una velada romántica a altas horas de la noche.
Llegamos a eso de las 23:30 de un día viernes, y la bienvenida fue perfecta. Por fuera nada llamativo, pero por dentro una linda casona con bohemia decoración que tiene como principal protagonista al vino. La atención buenísima, siendo los garzones muy preocupados, rápidos y amables.
Dentro de la carta se encuentran vinos, cervezas y comida para picar, algo así como siguiendo el concepto de las tapas.
Lo que más me llamó la atencion aquí fue que además del clásico pebre, te traían pancito y unas cucharas con diferentes pastas para untar (Berenjena y otra) que combinaban perfecto con la onda del local.
Pedimos, para compartir, un ceviche y un tartar de carne, ambos muy ricos y en buenas porciones. Luego un librillo de pollo al ajillo, riquísimo y bien calientito, y unas tapas en las que una venía con betarraga caramelizada, que combinaba muy bien sus sabores.
Para tomar no nos fuimos por el fuerte de la casa, si no que pedimos cervezas. Llegaron bien heladas y en sus respectivos vasos.
Lo que más nos sorprendió fue que la comida estaba cuidadosamente presentada y aliñada, mostrando gran calidad en sus platos, pero los precios fueron bastante módicos.
Ultra recomendado para compartir rica comida y conversar en un ambiente tranquilo y agradable.
En el corazón de Yungay se encuentra esta joyita a la que llegamos fortuitamente hace unos meses con Camila Sánchez. Caminando por el barrio bien tarde, con sed y muertos de hambre, nos adentramos en el único lugar que encontramos abierto (así como la canción de Joaquín Sabina). Con pocas expectativas, y más hambre que otra cosa, nos sentamos y empezamos a contemplar detenidamente el lugar al que habíamos llegado. Una barra realmente pintoresca, muros pintados con llamativas imágenes, música muy agradable de fondo y toda la onda bohemia que sólo el barrio Yungay te puede ofrecer. Habíamos dado en el clavo.
Garzones increíblemente amables y una carta variadísima en cuanto a vinos, cervezas y comida, hicieron de nuestra velada algo digno de recordar. Punto aparte para la cocina, ya que pedimos la comida tipo 12 de la noche y seguían funcionando, sacando rápidamente los platos y con una calidad tremenda en todo lo que llegó a nuestra mesa (a precios muy módicos, además. Comimos un montón y la cuenta salió muy barata). Les comparto las fotos de lo que pedimos para que se vayan armando su propia idea. Uno de esos lugares totalmente recomendables, se pasó a mis favoritos de una.
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