Soy el ojo morado, les cuento que dos gordas chorras le pusieron una pastilla a mi cerveza después me robaron, esto fue el miércoles 1 de febrero .
Ni fu ni fa. Es mas un bar que un restaurant, normalmente voy a tomar cervezas con amigos y ocasionalmente pedimos una porción de papas, que es bien contundente y se nota que están hechas en el momento. Los precios están bien, hacen micheladas si uno lo pide. El segundo piso es algo caluroso pero en época de invierno esta bien. Los baños son baños de bar. Lo mejor el Wurlitzer del primer piso que es bastante amigable y económico y tiene una muy buena selección de música y vídeos. Buenos momentos de época universitaria sobre todo.
A este local le llamábamos "el romano"por una pintura (o impreso) de un centurión con ponchera cervecera.
Cerveza barata, la plata era escasa cuando era estudiante y esta era una tremenda opción para pasar después de clases a relajarse y conversar con los compañeros.
Hay completos y otras cosas para picar, que si bien es cierto no son de gusto gourmet..después de 2 litros de cerveza cualquier cosa es buena. Muy buenos recuerdos tengo es este boliche.
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