Vyvegan

Muy rica comida casera hecha con cariño. Lo mejor para ir después de pasear en el biobio. Las porciones muy pequeñas eso sí, por mí que fueran el doble de grandes.

Comida honesta, hecha con amor, atendido por sus dueños, el menú incluía refill de juguito, buen detalle! Día domingo y una carta amplia, los postres muuuuy ricos! Gracias por existir!

YA QUIERO IR DENUEVO, me enamoré. Con mucho ánimo desde mi depto en el centro partí al barrio Franklin (considerando que mi única referencia del sector era el persa Bio-Bio pensé que tan difícil no sería llegar), porque además VyVegan explicaba en su fanpage que era super fácil la ruta. Y efectivamente, era papita, Tomé micro (201) y me bajé en Calle Franklin, desdé ahí caminé como cuatro cuadras aprox (San Diego) y en una especie de galeria o shopping, descubrí lejos unos de los lugares más bkns para comer sin necesariamente ser vegano o vegetariano ( que es el sello del local).

Chic@s es que se pasó la comida, el lugar lo abren a las 12.30 , yo muy fanática, llegué a las 12.40 , en verda, tenía ganas de conocerlo. Bueno, tuve suerte porque como estaba de vacaciones pude ir un día de semana tempranito (dato: no abren los jueves) y me atendieron los dueños. Le pedí a ellos que me recomendaran unos platos porque yo de comida vegetariana cacho huevo, así que muy amablemente me explicaron cada uno de los platos del menú y elegí arroz con tofu y champiñones (algo así, no recuerdo bien el nombre de mi plato, sorry, pero les dejaré una foto que le tomé al menú), el cual además viene con un jugo natural, una ensaladita y te ponen pancito con una salsa (peruana) maravillosa.
También comimos (por sugerencia de ellos) un plato típico del norte de Perú, algo con yuca y plátano frito ... (es importante contarles que la chica que cocina es chef peruana) y en serio le da un toque y sazón maravilloso a las comidas.

Ojo con las expectativas, porque es más bien una "picá" no esperen que sea lujoso, todo lo contrario, es pequeñito pero insisto que yo quedé demasiado feliz, y cuando digo feliz , creo que ustedes como foodies conocen el concepto "feliz con la comida", a mi personalmente el comer algo rico me cambia increíblemente el estado anímico. Y este lugar provocó felicidad infinita.

Rematé con el postre, CUÁTICO ( ojo los amantes del chocolate, porque los postres de ese lugar son el paraíso para ustedes). Personalmente yo no soy fan del chocolatito , pero la tarta de chocolate frambuesa, y la chocolate snickers, sí, tarta de snickers! estaban mortales, quedé con coma diabético, pero yo quería probar ambas) considero que con una para dos es más que suficiente. Ah, las tartas se pagan aparte.

El menú incluye pancito con salsa; ensalada o sopa (depende de lo que haya ese día); un jugo y el pato principal. Dos menú y dos tartas salieron aprox. 13 lucas!!! Osea aparte de rico es botao de barato. Les juro, que no se van a arrepentir.

Finalmente, les comento que, si bien yo amo con toda mi alma la carne, este lugar por un momento te hace pensar que quizás podrías vivir sin ese alimento (obvio que lo pensé mientras comía, porque yo no cambio una buena entraña por nada). Pero así de bueno era.
El pique en micro valió infinitamente la pena.

Estaba en la búsqueda de un lugar bueno para almorzar en franklin y llegué acá porque encontré buenas criticas en internet.

Costó que me pescaran, esperé harto rato para que me tomaran el pedido porque había sólo una persona atendiendo y dos o tres en la cocina y se veían un poco estresados. Sin embargo, el tipo que me atendió fue simpático y muy atento y mi plato no se demoró mucho en llegar.

Pedí un risotto de verduras y champiñones salteados. Verduras no tenía muchas así que finalmente era risotto con champiñones. Venía sobre unas hojas grandes (de plátano leí por ahí) y acompañado de cebolla con cilantro y limón, la cual estaba buena pero siento que no pegaba tanto en este plato porque le quitaba todo el sabor al risotto.

El menú incluía jugo de frutillas, ensalada pequeña y pan con una salsa maravillosa no sé de qué, que me la comí toda hasta con la ensalada.

Quedé conforme con mi plato y de todas maneras volvería pero encontré que la porción del rissotto era muy pequeña y alguien más hambriento que yo no hubiera quedado satisfecho.

De todas maneras me fui feliz por haber encontrado un lugar vegano-vegetariano por ahí con comida hecha con dedicación.

Hace ya mucho rato había descubierto "V y Vegan"... En mis vueltas por los alrededores del persa bio-bio entré al pequeño Mall Paseo San Jorge en calle Franklin, subí al patio de comidas (está buenísimo, encontré hasta comida Rusa) y me topé con esta opción vegana en un sector donde abundan los completos, papas fritas y lomitos.
Esta visita tuvo dos partes: hace dos semanas fui por primera vez... Luego de comer algo rápido por ahí pasé a este local para el postre: higos rellenos con nueces en salsa de miel de palma y gotas de tequila ($1.300) y un jugo de frutilla endulzado con stevia ($1.800) Ambos exquisitos! Debo admitir que le tenía poca fe, no soy fanático de los higos, pero la preparación fue genial! Sabores muy bien conjugados, nada sobrecargados. El jugo igual, bien refrescante, natural y 100% recomendable!
Y este finde volví, pero esta vez a almorzar: un muy rico menú de $3.500, consistente en tallarines veganos al pesto de albahaca y espinacas con champiñones. De entrada venía una salsa de ahí amarillo con pancito y una sopa de arveja amarilla + un vaso de jugo (esta vez de manzana)
La pasta de entrada estaba increíble! Se hizo poco el pan para poder saborearla. La crema un 7! El jugo muy bueno tb (con refill y todo). La pasta se pasó! Exquisita, desde la presentación hasta la preparación, todo súper. El pesto fue un gran acierto al plato y no se quedaron atrás en cuanto a cantidad de champiñones.
Están en el 3er piso del Mall, muy tranquilo, bien iluminado y cómodo. La atención, de parte de sus propios dueños, fue amable y cordial, con paciencia para explicar los platos y resolver cualquier duda. Se nota la dedicación y la preocupación cuando el negocio es el propio.
El único detalle fue que andaba súper apurado y al pedir la cuenta los dueños habían salido. El chico que quedó en el local parece que no podía recibir el pago, por lo mismo nos quedamos esperando harto rato a que volvieran y me atrasé bastante. No regresaron y al final le pagué a él sin ningún problema.
En cuanto al concepto, la propuesta y su oferta, son realmente un aporte. Comida saludable al paso, a buen precio y muy rica. Súper recomendable.