Llegamos con mi polola a este local mas que nada por casualidad, mientras caminábamos buscando un bar donde se permitiera fumar, pasamos cerca de unas 6 mesas al exterior una niña nos ofreció ver la carta, vimos que el sector estaba tranquilo así que ocupamos una mesa, pedimos lo usual en nuestro caso ; unos tequilas, una tabla , unos tragos propios de la casa (para ver que tal) , luego cuando pedí el baño me indicaron que estaba en la esquina y que debía caminar unos pocos metros (lo que me llamo la atención) camine y al doblar la esquina di que el local se llamaba The Jazz Corner, entre y había mucha gente, buena música, pero mucha gente, así que al volver a la mesa respire un poco lo tranquilo que era donde estaba. Me gustaron bastante lo tragos así como la tabla, la atención super bien (tanto la niña como el muchacho que estaban atendiendo afuera) la próxima vez tal vez entremos al local propiamente tal, aunque no somos de aglomeración de gente.
Partió mal pues realicé una reservación por correo electronico, pero cuando llegué al local no me tenian registrado, incluso mostré el correo como verificador. La cerveza estaba bien, pero la comida nada fuera lo común, pero es entendible pensando que es para escuchar música.
No me gustó que las mesas están demasiado cerca
Fuimos por unas cervezas para refrescarnos del calor sofocante que hacía. Pedimos unas cervezas alemanas, un pisco sour que estaba muy bueno y una tabla. Deberé volver para calificar con mayor conocimiento la onda que se genera en la noche. La atención en todo momento fue muy buena.
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