Francisco Javier Cáceres Aburto
+3.5
Me llamó la atención lo conveniente del precio del local, es todo muy bueno. Eso sí debo reconocer que la primera vez que fui me dieron el café frío, ni siquiera tibio. Dije que me bastaba con que lo calentaran, pero lo hicieron de nuevo.
El lugar muy piola, tranquilo, buena música.
Si buscas un buen café (no así un lugar para tomar once), pasa por acá. Un barrio muy tranquilo, lugar acogedor, con madera en suelo y paredes dan en el ambiente rústico.
Su especialidad es el café, de eso no hay dudas, prueben todas las variedades. Tomé un macchiato exquisito, con un amargor a pesar de la dulzura propia de ese café, en el formato compacto. Lo acompañé con un cheesecake de maracuyá, que no es la gran cosa, pero funciona como un acompañamiento.
Otro fuerte, su buena, rápida y efectiva atención. Lo malo, no tienen carta.
Volveré a probar sus otras variedades y preparaciones de café.
Hablo de mi experiencia con el Cofi de Eliodoro Yañez.Como es lógico, voy a medir a un café por su producto principal; El café. El resto es secundario. Y este lugar con el café no decepciona. Es un buen café, de sabor y procedencia. Recomiendo el Ristretto y el Macchiatto. Buen sabor, de amargor y dulzor balanceado.
El ambiente es acogedor y moderno. Por tal, deberían aplicar un mejor formato de carta y no esas hojas arrugadas y maltratadas que tienen ahora. Atención amigable.
La comida es poco variada, pero es lo justo para un café (sobre todo de este tamaño) y me ha tocado rica. El sandwich del huerto es fantástico.
Queda por probar pero me considero ya cliente frecuente.
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