Es un lugar al que voy seguido por la cercanía de la oficina. Fuimos un viernes, a las 9 de la noche la terraza estaba llena, nos quedamos en el 2° piso, la atención súper lenta, la garzona corría de un lado a otro, pedimos 2 tablas, las que estaban ricas y abundantes. No vimos más a la garzona, fui al primer piso a pedir la cuenta, no llegaba nuuuuunca.
Síntesis: buena comida, gente simpática, precio regular ($10,000 pp) por un picoteo, pero mal servicio.
Fui con 3 amigas un miércoles a las 7.30 de la tarde. Nos sentamos en la terraza. Pedimos tragos y cervezas. Mi mojito maracuya estaba rico, lo mismo que las tablas de quesos con fiambres y el carpaccio de alcachofa. Una de mis amigas encontró mala su caipiriña. El lugar es agradable, atendido de manera adecuada. La terraza se disfruta mucho al atardecer.
Es un local hermoso, pero recto para almorzar unos raviolotes exquisitos y muy sabrosos.
Todo muy limpio tanto el local y el baño. Buena atención y muy atentos.
Recomiendo la terraza porque es un espacio grande y agradable. De los cinco tragos que pedimos tres tuvieron buena aceptación y otros dos ( que no recuerdo) los consideraron muy dulces. Las tablas son pequeñas así que deben pedir al menos tres para cinco personas y están deliciosas. Buen lugar para pasar luego del trabajo.
Fuimos a celebrar un cumpleaños y me gustó bastante. La atención fue rápida, la comida bien preparada y los tragos igual, es bien cómodo y los precios son muy accesibles. Buen lugar
Un descubrimiento este barrio...tanto lugar donde comer a la hora de almuerzo, con buenos menús.
Para celebrar un cumpleaños a una compañera de trabajo, cumple: un buen sour, de fondo tilapia a las finas hierbas con fideos Santiago (fideos, dientes de dragón y soya...buen ricos, me sorprendió) y de postre leche asada con salsa de frutilla.
Buen para un menú de semana...obvio que el sour lo pedimos especialmente, por la ocasión.
Buena alternativa!!!!
Denise Sherwin Rosenthal
+4
Le tenía poca fe y me sorprendió. Lamentablemente la azotea estaba cerrada (abre de martes a sábado) pero comimos en el primer piso, muy bonitos murales y decoración antigua. Pedimos unas quesadillas de camarón que superaron toda expectativa, con tomate, queso y cebolla morada. De fondo un lomo a lo pobre; las papas fritas crujientes, la cebolla bien caramelizada y el huevo perfecto, y un lomo con puré criollo bien cremoso y sabroso. La atención excelente, un bajativo de cortesía y mucha amabilidad.
Carolina Cortés Añasco
+4.5
Buen lugar para conversar. Buena azotea, amplia.
Pedí una tabla de carnes, exquisita.
Tiene hapoy hour de 17 a 22.
Me sorprendió gratamente.
Buen ambiente para ir a conversar gratamente. Amplia carta de tragos y de comidas con buena preparación. Para público adulto joven y con buena onda.
Que mejor que un lugar con una rica terraza/ azotea para la época primaveral. Este local se encuentra a pasos de la calle Brasil, inmerso en el Barrio Concha y Toro, lo cual lo vuelve parte de las lindas edificaciones que se encuentran por allá.
La parte interior ya se ve muy interesante con su decoración y murales (y lo mejor, el espejo del baño de mujeres).
La azotea es bastante acogedora y para nada pequeña, y la música ideal para la tarde. No opacaba las conversaciones pero si le daba una nota más informal al ambiente.
La atención muy buena, cordial e iba bien con los tiempos.
Pedimos tragos en happy hour, y estaban muy bien preparados. El mojito para chuparse los dedos, y la caipirinha no se quedaba atrás.
También pedimos una tabla para picar, con jamón y quesos, y todos los componentes estaban muy buenos. De calidad.
Los sándwich también eran sabrosos, pero creo que son lo que da la nota más baja de la noche. Lo otro les pegaba mil patadas.
Recomendado para ir después de la oficina a pasar un rato tranquilo y ameno.
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