Restaurant Don Valentin

Excelentes sabores españoles! Todo servido en su punto de cocción y temperatura adecuada. Bonita decoración y muy rica sangría. Lo malo es que no había ninguno de los postres de la carta que pedimos.

El mejor restaurante de mis recuerdos cuando estaba alfrente del alto las condes. Con mi familia casi morimos de la emoción al enterarnos que había vuelto a Chile, y fuimos al día siguiente de enterarnos, comimos los clásicos pulpo a la gallega, calamares a la romana, gambas al ajillo, chuletitas de cordero, y crema catalana. Me alegro que los recuerdos no estaban sobrevalorados, las mejores chuletitas de cordero de la historia, al igual que la crema catalana. Si pudiera le daría un 10, el mejor restaurante, en la onda para picar y compartir entre todos, siempre recordaba a Valentín con cierta melancolía mientras recorría muchos restaurantes españoles pero nunca encontramos uno igual. Gracias a Valentín por volver!
Y excellente para tomar sangría y picar puras delicias con los amigos.

Mi incursión en este local fue algo particular. Un amigo de Irán andaba por la zona por motivos académicos/laborales, quedándose en un hotel cercano a Don Valentín, lo descubrió un día y me invitó a comer. Le tiró un montón de flores al lugar y la verdad quedé super contenta con la experiencia.

Fuimos un viernes por la tarde, el local es pequeño y da la impresión que fuese como una picada de barrio, como un restaurant familiar, decorado según la expectativa (es decir con toros, castañuelas, mantillas y obviamente los colores de la bandera Española). Nos recibieron con mucha calidez (y acento español) y pasamos a mirar la carta. 

Nos pedimos una sangría que estaba riquísima y presentada en un jarrón de greda (lo que me encantó, debo decir), luego nos pedimos un "cojoundo" que eran unos panes con una especie de longaniza, huevos de codorniz y pimentón (que estaba super rico), y un pulpo a la gallega (que igualmente estaba riquísimo, aún cuando la textura del pulpo no estaba tan suave como esperaba). Al revisar el plato de fondo el mesero, tan amoroso él! nos recomendó un plato de carne de cordero (no recuerdo el nombre en específico) que estaba exquisito!!! se podía cortar con cuchara de lo blandito. 

El ambiente estaba también muy entretenido, distendido y buena onda, donde terminamos bromeando con los meseros. ¡Súper buena experiencia!