Big Ben

Sin duda los mejores completos que he probado, ademas atención bastante rápida, lo recomiendo a todos quienes estén cerca y quieran probarlos,  al menos yo cada vez que tengo la oportunidad de estar cerca no dudo en pasar a deleitar uno!

Estábamos haciendo trámites con mi pareja y pasamos a tomar desayuno al Big Ben. Buena atención, comida barata (al menos lo que pedimos, no me fijé en todos los precios) y todo rico. Me comí unas tostadas con palta exquisitas.

Anoche con un apetito voraz mientras estaba en el centro pasé por primera vez, después de haberlo visto y caminado por fuera millones de veces, a Big Ben (con reloj y todo, ojo!)
Nuevamente llego a un local en hora off-peak, estaba relativamente vacío. Súper iluminado y alegre, típico ambiente de picada/fuente de soda del centro de Santiago... La oferta es rica por donde se mire, desde pizzas, sándwiches e incluso masas dulces! Me senté, me dieron la carta de una y pedí un churrasco simple, unas papas fritas y una bebida.
Este churrasco, aparte de ser grande, viene solo ($2.990) y me dieron a elegir el pan (frica). Así la verdad es un poco aburrido, por lo mismo hay agregados aparte del típico ketchup o ají que por $450 puedes comprar para tu sándwich. Pedí uno de mayo que ellos mismos hacen, y quedó increíble, estaba realmente exquisita y elevó el churrasco a un 10!! Era una porción considerable, así es que a medida que cortaba el pan con todo le ponía más mayo a cada pedazo por encima para seguir disfrutándola, genial se pasaron!!
En cuanto a las papas ($1.690) la porción es mega, si eres capaz de comértelas sólo súper, pero yo no pude. Es ideal para compartir entre dos, no son caseras pero pasan la prueba, estaban normales up ⬆
Me atendieron como rey... Las chicas son de lo mejor, muy buena onda! Conocen la carta y se notan comprometidas con el negocio, al igual que un caballero súper simpático que estaba detrás de la barra y que salió a cerrar el local justo cuando me iba. Nos pusimos a conversar un rato y me comentó que Big Ben lleva alrededor de 57 años en el centro, tremenda historia!! Por lo mismo, y para seguir con la identidad de este restaurant, deben invertir en reparar el logo con el reloj que tienen en la entrada y pulir pequeños detalles, como el mobiliario (mi silla estaba medio suelta) o hermosearlo en general... Pero de cualquier modo, ya solamente entrar ahí es una experiencia.
Salí de ahí con ganas de volver, pero especialmente a probar sus famosos calzones rotos, quedan pendientes!

Llegué aquí acompañando a mi mamá en un día de trámites, muy entusiasmada ella porque me había contado antes que había descubierto la picada de la vida de calzones rotos, sopaipillas y todas esas masitas tan típicas del invierno!. Ante esos ojitos de hambre y llenos de brillo de mi santa madre, cómo me iba a negar?. No me quedó otra que atravesar la Plaza de Armas y partir con , a esta altura, mucha curiosidad a ver qué tal. Seré honesta, el local no es muy bonito, típica picada con vitrinas llenas de dulces y comidas varias, de no haber sido por el comentario hubiese pasado de largo, mi primera impresión fue que abundaban las cosas masacotudas y nada me apetecía (aunque soy un poquito mañosa). Una buena fila de gente pidiendo churros, sopaipillas, cocadas, palmeritas, alfajores, calzones rotos y un largo etc, y otro buen montón de gente sentada comiendo lo que ofrece la carta (creo que hay menú, y que abunda la fritanga). Hablaré por lo que probé al llegar a casa, los calzones rotos. Esta es la parte en que tomo todos mis prejuicios y me los guardo calladita en el bolsillo, estaban súper ricos!!!. Muy caseros, gustito a limón, la masa rica, con harto azúcar flor, si alguna vez anda por ahí, pase a comprar para la once, en serio :) !