Es el clásico Restaurant chino de tu barrio de infancia. Ya lleva más de 30 años en la misma esquina, siempre atendido por sus dueños. Debo admitir que soy un cliente frecuente, pues además de haber crecido en el barrio, hay algo en el aire que siempre me hace volver (además del descuento que me hacen por comer tan seguido ahí).
Su especialidad es la comida china cantonesa, de donde son oriundos todos ellos. Aunque no sea el lugar más bonito ni elegante, se caracteriza por tener un sabor que no ha cambiado mucho a través de los años, pues el maestro principal los ha acompañado desde los inicios.
Hay opciones para todo tipo de bolsillos y preferencias. Colaciones y menús oferta, platos a la carta, platos vegetarianos, platos especiales a pedido.
También es muy importante mencionar que no reciclan la comida, como se hace en otros locales.
Es una muy buena opción para comer, ya sea solo o acompañado, de forma planificada para una ocasión especial o cuando estás de paso por el barrio. Además, tiene una relación precio/calidad (y cantidad) muy buena, así que tu billetera aguantará.
Honestamente se lo recomiendo a todo tipo de persona. Y si quieren un poco más de privacidad, siempre está el segundo piso.
An error has occurred! Please try again in a few minutes