Voilà

Fui a este local el día miércoles. El local estaba lleno se demoraron un poco en atender pero muy bien comí una ensalada mexicana que como estaba en el menú incluyo bebida, postre y café de grano. Definitivamente para volver.

He ido innumerables veces, la mayoría de las veces pedia para llevar, tiene un ambiente grato, la atención es amable y veloz, el moka doble es lo mejor, la mezcla perfecta de café y chocolate, en cuanto a la pastelería la probé una vez, un chessecake de maracuya y un pie de limón, muy ricos ambos.

En una especie de comilona express para ver a mi hermana un rato, nos dejamos caer en Café Voila, totalmente nuevo para mí, y honestamente tampoco me tincaba mucho. Con la mano en el corazón no tenía ningún gancho para haber pasado si hubiese estado sólo, pero ya adentro la percepción cambió, y harto!
Ni tan lleno ni tan vacío, aunque las mesas de afuera son acaparadas en cinco segundos, obviamente por lo lejos más fresco y agradable. El lugar tiene una decoración bien clásico/francesa con unos cuantos cuadros y objetos por ahí. Es ordenado y organizado.
Pedimos por separado pero finalmente compartimos todo: yo, sólo una tarta de frambuesa y mi hermana una ensalada. Para tomar, agua mineral.
El dulce ($1.990) fue lo mejor de todo, con la acidez justa y precisa, y personalmente no hay algo que quede mal con láminas de almendra por todos lados, tremendo detalle... suave y de buen tamaño, cero queja!
La ensalada era una "granjera" ($3.500) y traía pollo, lechuga, palta, tomate, huevo, champiñones y zanahoria. Vale la pena por lo contundente, el precio (bastante conveniente estando en Providencia) y la cantidad de ingredientes. No es nada gourmet, 100% sencilla y no demanda mucha ciencia, por lo mismo el que venga el huevo con una yema tan blanducha y con el pollo recocido le resto harto peso a todo lo demás que lo acompañaba, fue el único detalle. Ya cuando tienes que estar tomando agua a cada rato para poder tragarlo es porque algo ya esta pecando de extra seco.
Algo realmente destacable fue la atención, impecable! En pocos lugares he experimentado tanta amabilidad y rapidez, incluso mi hermana que es mucho más exigente que yo en este aspecto encontró que fue, quizás, el punto más fuerte de este café.
Volvería, no lo encontré caro y solucionado el tema del pollo y con una buena y cómoda mesa afuera pinta como un cool panorama de lunchtime!
Pd: hay pan con salsa de entrada para abrir el apetito aún más...

Fui a almorzar temprano y con poquísimo tiempo y me atendieron rapidísimo, la niña que atendía incluso me indicó qué platos salían más rápido para que no me equivocara al pedir. Mi hermana se pidió un cortado y yo un croque monsieur y un jugo de frambuesa. El jugo grandote, supongo que de pulpa, rico. El croque monsieur estaba muy bueno. Los menús escritos en una pizarra se veían buenos, con opción de sopas, quiches y platos del día, pero como fui tan temprano todavía no servían almuerzo. Dan ganas de volver.

Buen café, atendido por sus dueños franceses, con una rápida y cálida atención. A pesar del importante volumen de gente que los vista todo el día, todo es rápido y todo llega como corresponde.
Nota aparté sus medias lunas, muy buenas.
Excelente terrazas y menús más que aceptables. Ensalada buenísimas.
Una buena alternativa ....

La comida es muy rica, hoy probé el menú que incluye una crema, un quiché napolitano delicioso con ensaladas, bebida, leche nevada de postre y un cortado para finalizar (todo por 4900). En esta oportunidad solo tuvimos una experiencia "fome": la garzona...muy apática y apurona, lo cual espero sea un hecho aislado..pero por suerte no logró agriar mi experiencia culinaria :)