Creo que ya todos tenemos más que claro el concepto de Bravissimo, pero hace poco fui a este local en especial, y quería hablar de una de sus nuevas copas. Tienen una línea a la que llamaron Los Ángeles de Charlie, de la cual probé la maravillosa Ángel Tropical, que aún hace apariciones estelares en mis sueños.
Se trata de un gran frasco de vidrio, tipo mermelada antigua, repleto de helado de cheesecake de maracuyá, que sabe realmente a tal, con ese toque medio agrio y dulce a la vez, con abundante salsa de maracuyá (pepitas y todo), crema chantilly a raudales, y como si fuera poco, en el fondo hay salsa de maracuyá con trocitos de galleta, coronando la experiencia al llegar al final del frasco, con las ricas masitas del local. Una super delicia que pretendo volver a repetir prontito, aunque con tanto dulzón salga más prendida que cumpleaños de cabro chico.
Aunque fuimos al segundo piso, la atención fue buena y rápida y pudimos conversar con una amiga a nuestras anchas forever, sin molestia alguna. Recomendada la esquina que da a la ventana, si está disponible.
Eso sí, ni se moleste en pagar en la mesa, le sale más fácil bajar a la caja de una.
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