Este café es como una joyita de la que cuesta desprenderse. Por meses trabajé cerca de la Casa Puyol y aprovechaba de comer aquí. La comida es rica y el lugar muy bonito, rodeado de una galería de arte y pequeñas e interesantes tiendas comerciales. Los menús son una buena opción para la hora de almuerzo, ofreciendo en su mayoría platos delicados y bien presentados. La atención un siete.
Carlos Ernesto Ochoa Méndez
+4.5
La arquitectura y decoración del lugar son bien bonitas. Esta compuesto por un patio exterior pequeño y un salón más grande y está rodeado de tiendecitas de artesanias (todo bien agradable). Fuimos a la hora del almuerzo y pedimos el único menú disponible: crema de zapallo italiano, albacora con salsa acompañada con arroz, ensalada primavera y pastel de choclo y de postre mousse de chocolate. Cada cosa por separado sabía superbien y la sinergia de todos los sabores aún mejor. Los cafés y los dulces no los probamos. Muy recomendable el lugar.
Lugar céntrico, almuerzo simple...menú de semana.
Mención honrosa merece la casona en que se instala (Casa Puyó), restaurada...con centro de arte, pequeñas tiendas y este café, recuperaron este edificio hermoso que hace unos años estuvo casi botado.
Almuerzo que cumple, nada del otro mundo: sopa de cebolla, papillote de salmón con verduras salteadas y arroz blanco...sin pretenciones.
Me mató el postre, un repollito con manjar...mucho manjar (mi perdición) y le sumé un café latte que estaba increíble...parece que por ahí va su gracia.
Una buena alternativa para comer de modo correcto en un lugar francamente bello!!!!
Buena opción BBB.
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