Si quiere probar tragos de verdad, con gran preparación y excelente sabor, este es el lugar. Ambiente agradable, con un lugar acogedor para pocas personas y excelente música.
Los barman son secos y con una grata conversación en barra.
Hace tiempo teníamos ganas de ir a este bar por la variedad y originalidad de cocteles y la verdad es que salimos más que felices. Le dimos un par de referencias de nuestros gustos a Nicolas, el barman, y nos dejamos sorprender. Todos los cocteles que probamos resultaron ser exquisito y con sabores nuevos.
El bar en si es pequeñito, con capacidad para unas 12 personas, y para nada pretencioso, lo que se agradece cuando lo que uno busca es un ambiente tranquilo para conversar y pasar un rato con buena música
Aunque una parte de la carta del restaurante Japón está disponible, lo único que se le puede pedir que mejore Hidden Bar, es las opciones de comidas.
Respecto a lo importante, es un excelente bar. Todo lo que he probado supera las expectativas. Absolutamente recomendable.
Pedro Grau Montenegro
+4.5
En cuanto a cocteleria (clásica y de autor) sin duda uno de los mejores en Santiago (2016). El bar en si es pequeño, súper bien si quieres ir con una persona especial y conocer un poco del arte detrás de la Barra. Los chicos que atienden son muy cercanos y con buena disposición. No se hagan la expectativa del gran bar de lujo. Es modesto, acogedor y con cocteleria de gran calidad. Le falta un poco de variedad en tapas. Para fumar hay que salir del hotel. En resumen, una pequeña joya en Santiago, infaltable para los amantes del Bar.
Excelente experiencia, atención muy personalizada. Un bar con identidad. El barman Nicolás un verdadero agrado y el ambiente perfecto. Un detalle que hace maravillas... el baño impecable.
Jacqueline Milka Bustamante
+5
Bar con un buen ambiente para conversar e increíbles tragos de autor, donde los barman son atentos y te brindan una buena atención y conversación, totalmente recomendable inclusive para ir solo, en pareja o con amigos a tomar un buen trago.
Un lugar con un concepto diferente, muy céntrico, pero tranquilo, donde uno puede disfrutar y degustar un montón de sabores nuevos, con licores de primer nivel.
Los tragos de autor son maravillosos y la atención un 7, uno siempre queda con ganas de volver.
Recomiendo el trago llamado "El Huerto" una creación del bartender Nicolas
.
Cuando ya el ruido de los locales abiertos te supera, cuando las conversaciones son interrumpidas por risotadas mesas más allá, o simplemente el tráfico en la calle interrumpe tu salida a compartir con tus cercanos, lo que buscas es un lugar como Hidden Bar.
Bajo el Hotel Nippon en Santiago Centro, entre el Parque San Borja y Avenida Vicuña Mackenna, se encuentra este acogedor bar, que pese a ser pequeño (20-25 metros cuadrados), logra darte ese ambiente íntimo, privado, para desconectarte del ritmo de la ciudad.
Invitados por Nicolás Farías Muñoz, pudimos compartir un buen rato con Claudia Ahumada y J.Pablo.
No soy un gran conocedor ni fan de las bebidas alcohólicas, pero un buen #foodie no rechaza una invitación para ir a conocer los productos de un nuevo local. Así fue que probamos variedades de tragos hasta con pepino... Pepino!!! En lo personal me arruina varias ensaladas y comidas, pero este no fue el caso, le aportaba frescura y color a estas verdaderas obras de arte. Creo que, lo que más me sorprendió, gratamente, fue el hecho de que utilizaran ingredientes atípicos en sus bebidas, que le encontraran la combinación exacta para aportar al gusto que te queda al probarlas.
De la comida, probamos varias cosas pero, sin duda volvería para disfrutar nuevamente del risotto de azafrán con esa exquisita salsa de vino (creo que mis fotos no alcanzan a representar su gran sabor).
En resumen, una grata sorpresa, se agradece la invitación, y claro que volveré a visitarlos.
Un buen concepto ofrece este lugar al interior del hotel nippon en el Piso - 1. La propuesta que observé en Hidden Bar fue bastante personalizada y cercana. En dos modalidades, sentado en la barra conversando o en una de las mesas atras más discreto para una conversacion cercana. Destacan los tragos de autor y la exhibicion de la preparación de los tragos en el momento a la vista del consumidor probé un smoky negroni y preparaciones con café en el evento de we are four coffee roasters donde estaba mi amigo kike y con la recepcion de Nicolas que nos comento sobre el lugar y la idea general del local, con una mejor ventilacion sería perfecto. Todo lo demás excelente, me encanto el lugar. Muy recomendable.
Gracias a una excelente invitación tuve el gusto de asistir con Grumpy J y Claudia Ahumada al lanzamiento de Hidden Bar, un escondido lugar perteneciente al pequeño Hotel Nippon en la calle Barón Pierre de Coubertin, o más popularmente conocida como Marcoleta, poco antes de encontrarse con Vicuña Mackenna.
Nunca había visto un bar como este, el que se destaca por dos factores: lo "under" que es y su coctelería de autor con tragos exclusivos que a través de sus diversas combinaciones transmiten a quien los pruebe la esencia y creatividad de su barra.
Atendidos por Nicolás, administrador y organizador de la reunión, tuvimos la oportunidad de probar parte del picoteo que deleitó a los asistentes. Empezamos con unos ricos appetizers, entre los que personalmente destaco el de mermelada de cebolla con queso Brie y los mini sándwiches de plateada con queso de cabra. Pero sin duda lo que se ganó toda mi atención fue el exquisito risotto de azafrán envuelto en una cubierta crocante en salsa de vino y el suave y exquisito chupe de centolla, un 7!
Nos sirvieron tres tragos de autoría de la casa. Por mi parte empecé con un fresco "El Huerto", perfecto para este verano. Su fusión de Bacardí blanco con pepino, cilantro, menta, limón y azúcar fue más que acertada y se convirtió en mi cóctel preferido de la noche.
También probamos " By María" y "Verano en Limarí". Los toques cítricos y refrescantes del pepino, el jugo de limón y el pisco predominaron en el 1ero, mientras que en el segundo, el uso de syrup de flor de saúco, maracuyá y pisco waqar (elegido como uno de los mejores destilados blancos no añejados del mundo) fueron los protagonistas.
Si bien el lugar cumple fielmente con todos los requisitos para hacer un revival de los famosos "Speakeasy", bares clandestinos de la época de la Ley Seca en Estados Unidos, podrían (en una versión más actualizada) ambientar aún más el entorno con la temática para darle un aire de época con matices modernos, y entre éstos avances poder mejorar un poco la ventilación que a ratos hizo falta.
Muchas gracias Nicolás Farías Muñoz por la enorme dedicación y gran atención tuya y de tu staff hacia todos y a mis amigos por la agradable compañía y la siempre entretenida charla. Disfrutamos mucho de principio a fin y es un rincón de Santiago que consideraría sin duda para volver a alejarme de la gran ciudad, estando ya en ella.
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