Sebastián Rojas Banchero
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Se nota el cambio de administración. Desde hace unos meses cambiaron los dueños y ahora tienen una atención súper buena, platas ricos y excelentes precios en relación al servicio.
Este es un local que por fuera no se ve muy grande, pero por dentro tiene un salón amplio; y se ubica al lado de una peluquería. Tiene mesas al aire libre y otras adentro. La atención es muy buena y rápida. Tienen menú diario con 3 opciones, el que vale 5500 aprox e incluye entrada, fondo y postre, ademas de un bebestible y pan o sopaipillas con pebre. De todas las veces que he ido, siempre me ha gustado, muy sabrosa la comida y con un toque casero. Tambien ofrecen servicio de cafetería con buena repostería. Es un buen lugar para ocasiones especiales, ya que los mozos son muy atentos y amables. Se puede reservar para grupos grandes.
Buscando dónde almorzar llegamos acá, los mozos son muy amables, el lugar muy acogedor, alrededor hay distintas opciones (peruana principalmente).
La carta no es gourmet ni rebuscada, es simple pero funciona muy bien, las papas cocidas con queso se veían novedosas y estaban muy ricas. La ensalada es grande y diría que se puede compartir. De entrada pedimos unos camarones al pil pil que estaban muy buenos (venían en unos mini sartenes muy cute). Probamos también unos raviolis que venían en greda gratinados con distintos quesos, estaba delicioso. Volveremos porque todo estaba rico y nos atendieron muy bien.
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