Guang Yen

Tenía una mala experiencia pasada por el intenso gusto a ajo en el chapsui de verduras.
Sin embargo ahora está mejorado el sabor.
Mi elección, chaumín de verduras. Muy sabroso, llegó rápido.
Lo malo, las algas no vienen incluidas, las cobran aparte y ya el valor sin algas era elevado. Hubo problemas comunicacionales porque el garzón hablaba poco español, pero se pudo solventar.

Esta era mi parada pendiente de los tres Guang Yen... Ya conocía el de Vicuña Mackenna (fanático forever), el de San Antonio y ahora junto a un amigo fuimos a probar este para despedir el fin de semana y, a la vez, degustar mi plato favorito de esta mini cadena: pollo a la piña (las expectativas eran altas).
Es un local súper chico pero acogedor, al menos para la hora que fuimos (aprox 9:30-10 pm) Había una TV (fanático de este detalle) no muchas mesas y la decoración es simple pero atractiva.
Ya sentados ordenamos: Daniel, una colación de carne champiñón, empanadas de camarón mandarín y un jugo. Yo pedí pollo a la piña y un arroz para mezclar.
Probé la colación ($3.550) y estaba exquisita! Estos platos en los restaurantes chinos salen súper rápido y no fallan nunca. Mi amigo encontró no tan blanda la carne pero a mi me pareció perfecta (cosa de gustos) Buena cantidad de champiñones y de ingredientes en general. Un poquito de soya al arroz y junto con todo quedó demasiado bueno. No probé las empanadas ($3.000) pero por que se comentó sorprendieron bastante.
Me trajeron el arroz primero ($1.100), y el pollo se demoró mucho en llegar ($4.350) Cuando llegó se veía menos dorado de lo que suelo comerlo pero bueno, a veces queda así. No se veía tan grande el plato y no traía tanta salsa tamarindo. Cuando lo probé no me convenció mucho, se desarmaba y aparte estaba desabrido. Pedí un poco más de salsa, quizás esto lo arreglaba, pero no... Mi amigo tb lo probó y concordó conmigo en que el sabor era muy débil. El arroz estaba perfecto! Bien rico, y salvó un poco más al plato principal cuando lo mezclé todo.
Nos atendieron en total 3 personas, súper amables, ninguna queja. Lástima que lo único que falló era lo que más quería comer. Para probar las otras alternativas del menú volvería definitivamente, pero en cuanto a mi pollo a la piña me quedo con los otros dos locales.

Una picá china en pleno centro santiaguino. La comida tiene un sazón muy casero, y me agradó que el cebollín fuera grande porque así para los mañosos como yo es más fácil sacarlo. De la rapidez, ni hablar: son un cometa Halley. Bien ahí.

Rica y barata comida. No es lo mas gourmet del mundo pero tiene buen sabor y son muy rapidos en atender, lo que siempre se agradece. Los wantanes eso si no tenian carne, pero el chaumin estaba delicioso y la carne mongoliana con ají tambien.